domingo, 22 de julio de 2007

Carmen Balcells: La gestora del boom literario latinoamericano

Balcells: "Vocación de poderosa"


De casa al trabajo y de trabajo a casa. A comienzos de los 90, Balcells se mudó al mismo edificio donde están las oficinas de su agencia literaria.
Aunque jamás publicó una línea, es una de las personalidades más poderosas e influyentes de las letras hispanas. Su oficio: agente literaria. Sus clientes: García Márquez, Vargas Llosa, Isabel Allende y un par de cientos de firmas ilustres. Fue la principal impulsora del boom de la literatura latinoamericana. A punto de cumplir 76 años, Carmen Balcells rompe su silencio —esta es la primera entrevista que concede en el último cuarto de siglo— y habla de su relación con escritores y editores, de sus batallas por los derechos de autor, de su vida privada, de su ambición de poder, del imperio que construyó con palabras ajenas.
XAVI AYEN.

La experiencia de entrevistar a Carmen Balcells es inefable. Ver trabajar a la agente literaria más famosa del planeta, presuntamente retirada de su oficio, es uno de los mayores espectáculos del mundo de la literatura. Durante varios días, hemos aprovechado los resquicios que su actividad le dejaba para preguntarle en el despacho de su casa por diversos temas, y nos hemos convertido en involuntarios testigos de su modo de actuación. Hemos visto cómo, colgada de sus teléfonos, subía a las más altas cimas de la emoción y descendía a profundas simas de desesperación. Carmen Balcells llora, grita, ríe, envía flores, lanza maldiciones, consigue contratos astronómicos y, sobre todo, recibe a mucha gente. En su oficina de jubilada imposible hemos visto a políticos que buscan su asesoramiento para organizar nuevos premios literarios, a autores por el momento desconocidos y a premios nacionales de narrativa, a editores de grandes grupos multinacionales y a otros que empiezan. Los veinte metros cuadrados del despacho de esta mujer son un microcosmos más fecundo que cualquier máster de edición.
Carmen Balcells Segalà nació en el pueblecito leridano de Santa Fe de la Segarra, en el seno de una familia de propietarios rurales, y fue educada en el colegio de las teresianas. A los 24 años, trabajó como secretaria en una empresa de maquinaria textil. Su amigo Joaquim Sabrià la recomendó al rumano Vintila Horia, dueño de la agencia literaria ACER, quien la contrató como delegada en Barcelona. Cuando Horia vendió su agencia, en los años 60, Balcells se estableció por su cuenta, en el piso de alquiler donde vivía. En pocos años, esta mujer tozuda, noble y emotiva revolucionó el mapa internacional de la edición, estableciendo nuevos mecanismos de contratación a favor de los autores y edificando un imperio con nombres como Gabriel García Márquez, Pablo Neruda, Mario Vargas Llosa, Camilo José Cela, Isabel Allende. Hoy, esta dama de las letras concede la que, según su recuerdo, “es la segunda entrevista de mi vida. De la primera, que di a Carme Riera para la revista Quimera, debe de hacer más de veinte años”.


- —¿Por qué suele rechazar las entrevistas?- —Mi actividad no se debe publicitar. Los gestores no debemos estar sometidos a la luz pública. Cuanta más publicidad tengan el escritor y la editorial, mejor. Sin embargo, en esta ocasión he hecho una excepción, valorando el coste que supondrían todas estas páginas en el Magazine si las tuviera que pagar como espacio publicitario, y he decidido que no puedo rechazar un regalo tan caro. Es una plataforma excelente para promocionar algunos de mis proyectos, precisamente en el día del libro. Y, por otro lado, me siento al final de una vida.


- —¿Tantos proyectos tiene? ¿No se había retirado?- —Me retiré para continuar mandando, pero sin tener que madrugar. Hace dos años, creé la empresa Barcelona Latinitatis Patria, que impulsa el proyecto de crear en Barcelona, que es la capital de la literatura hispanoamericana, un edificio monumental que contenga los manuscritos, archivos y bibliotecas personales de grandes escritores y editores. Sería una especie de gran centro de lectura, a la vez museo y biblioteca, en el que todo estaría digitalizado, con una librería en la que, gracias a la técnica “impreso sobre demanda”, el lector podría adquirir cualquier libro, aunque estuviera agotado, en tiradas de un solo ejemplar. La segunda gran iniciativa es Barcelona Ad Libitum, empresa dedicada a la música, mejor dicho, a representar a músicos.

- —¿No le pesa la edad?- —Me pesan los quilos. La edad solamente me corroe.


- —Usted ha compartido momentos de intimidad extrema con sus autores: les ha buscado pisos, les ha alejado de novias, ha sido su confesora…- —He compartido con ellos muchas cosas. Por ejemplo, en un viaje que hicimos Joseph Maria Castellet y yo, con Mario Vargas Llosa, a Perú, en los años 70, fuimos a Iquitos, en el Amazonas, a una sesión nocturna para probar la ayahuasca. La chamana actuaba en un claro rodeado de selva. Tenía una sábana blanca en el suelo, una pequeña bombilla de poquísima potencia enganchada a un árbol, y una ayudante jovencita sentada en el suelo. Mario nos observaba, pero él no tomó nada. Nos dieron una dosis prudente de droga, un bebedizo espeso y repugnante en un culo de vaso. Al principio no parecía hacer mucho efecto, y pensé que como Castellet medía dos metros y yo era corpulenta, no notaríamos nada. Estábamos tumbados en la sábana para observar la bóveda celeste, una experiencia que debía intensificar el efecto de la droga. Otro cliente de la chamana, enfermo, sufría pequeñas convulsiones. De repente, le dije a Castellet al oído: “Nadie se va a creer esto en Barcelona, y más cuando les digamos que la ayudante de la chamana estaba leyendo un libro-pulga de Bruguera”. Esta frase me produjo una hilaridad tremenda, no podía parar de proferir sonoras carcajadas, acompañadas de hipo y espasmos. Iba dando vueltas en el suelo como una croqueta, sin parar de reír, hasta que la chamana intervino, porque podía haber peligro, y me hizo unas friegas con alcanfor en el cuello y la nuca mientras cantaba: “Alcanforito, alcanforito”, una melodía que se me ha quedado clavada siempre en la memoria. Más tarde me explicaron que la droga exacerba tu estado de ánimo. Lo recuerdo como una experiencia divertida, exótica, aunque nunca más volví a probar la ayahuasca.texto

—Usted tiene un método, digamos, empático: crea una relación personal muy fuerte con sus clientes, unos lazos afectivos indestructibles. Y, después, ya vendrán los negocios…- —Es al revés: primero viene la relación profesional, y después, debido a mi carácter, intento solucionar problemas de todo tipo.

- —Pero, más que relaciones profesionales, parecen familiares…- —Escuche este mensaje que me ha dejado Juan Goytisolo en el contestador: “Carmen, sólo quería oír tu voz y decirte que cuentes con mi oferta permanente de matrimonio, a pesar de la diferencia de sexo” Ja, ja, ja… Con muchos autores he tenido gran complicidad. Momentos que no se olvidan. Prefiero decir “complicidad” que “intimidad”, que puede malinterpretarse. Yo tuve durante años en mi oficina un cartelito que advertía: “Jamais avec les clients!”

- —Estuve aquí en los días previos a Navidad y parecía usted Papá Noel, organizando un impresionante dispositivo de entrega de regalos en varias ciudades y países, con toda una flota de coches movilizada… Son legendarios sus gestos, sus detalles, sus lujosas recepciones, su generosidad con autores a los que paga una mensualidad…- —Yo, más que generosa, soy dadivosa. Tengo un sentido grandioso de la existencia. Me comporto como me gustaría que fuera la vida.

- —¿Qué le queda por conseguir?- —Aspiro a que los autores de éxito se conviertan en estrellas económicamente hablando, comparables a un tenista, un cantante de ópera o un futbolista. Todavía hay muchos escritores excelentes sin un centavo.

- —¿Cuál ha sido la mayor decepción de su carrera?- —Cada vez que un autor me despide. La suerte es que la mayor parte de las veces, pasado un tiempo, regresan… Y debo reconocer que tengo una gran alegría con este regreso, excepto algunos casos, en que me siento tan dolida que prefiero borrarlos de mi mente. Una vez leí a un autor al que consideré un genio, así que enseguida le escribí para representarle y me dijo que sí. Un tiempo después, me comunicó por carta que no renovaría conmigo. Aquello me causó tanto dolor, me provocó un drama de tal naturaleza, que lloraba desconsoladamente noche y día. Como no se me pasaba, mi marido y mi hijo me llevaron a Portugal, a cambiar de aires. ¿Cómo se pudo producir en mi interior un disgusto tan grande? Me preocupó el tema y me sometí a un análisis profundo: llegué a la conclusión de que lloraba por vanidad, porque era yo la que me sentía genial.

- —”Yo no tengo amigos, tengo intereses”. ¿Es una frase suya?- —Sí. Siempre he sido reticente a considerar amigos a gente con la que tengo un compromiso profesional, y ya no digamos los que son mi principal sostén económico. Un día, por teléfono, García Márquez me preguntó: “¿Me quieres, Carmen?” Yo le respondí: “No te puedo contestar, eres el 36,2% de nuestros ingresos”.

- —¿Cuál ha sido su objetivo en la vida?- —La independencia. Y la única vía a la independencia real es la independencia económica. Nunca lo he escondido: el sueño de mi vida ha sido ser rica. Ha sido una obsesión: tener suficiente dinero como para no tener que pensar más en él. Cuando en los años sesenta me preguntaban qué me gustaría ser, yo respondía: “Hija de Magín Tusquets”, un editor rico, padre de Esther y Oscar. Siempre he sentido fascinación por el dinero, por el poder que da, la libertad de actuación que te otorga. Cuando he visto cosas que podían incrementar mi economía, me he acercado a ellas. Lo más próximo a ese sueño lo viví con Ricardo Rodrigo. Con él, y con Roberto Altarriba, fundamos RBA (iniciales de Rodrigo, Balcells, Altarriba), como empresa de servicios para editoriales, un proyecto que fue un éxito desde el primer día. Me parecía totalmente legítimo tener una empresa de servicios para autores, como es mi agencia, y otra para editores, como era entonces RBA.

- —Pero usted lo dejó. ¿Qué pasó?- —Lo hice con gran dolor de mi corazón. Planeta se asoció con RBA con el propósito de integrar a Rodrigo como factótum del grupo. Ni Lara ni Ricardo me obligaron a marcharme, al contrario, aceptaban que siguiera con ellos, pero tuve que escoger entre la agencia o RBA, ya que mis principales clientes de la época no hubieran visto con buenos ojos que compatibilizara ambas cosas.

- —¿Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa siguen siendo hoy sus principales clientes?- —Ahora habría que añadir a Isabel Allende.

- —¿Y por qué sintió tanto dolor?- —Por separarme de Rodrigo. Su proyecto era espectacular, y él ha sido siempre un genio. ¿Ve aquella foto que tengo en la estantería, junto a las de Gabo y Vargas Llosa? Es Ricardo.

- —Cumplió su objetivo de ser rica, ¿no?- —Ni pensarlo, pero no me quejo. Tendríamos que ponernos de acuerdo en establecer una cantidad a partir de la cual uno es rico. Desde luego, es un milagro que una cosa tan absolutamente deprimida como el mundo de los derechos de autor me haya permitido vivir como he vivido. A mí, parafraseando a un amigo, me gustaría vivir como vivo, pero pudiendo. Siempre he estado por encima de mis posibilidades.

- —¿Cuál es el momento en que realmente da usted el salto?- —Si contesto con honradez, los que dan el salto y se hacen grandes y famosos son los escritores a los que acompaño. Yo me limito a dar el salto junto a ellos.

- —¿Siempre quiso ser agente?- —Tengo más vocación de poderosa que de agente literaria. Sucede que, cuando veo pasar a alguien con talento por delante de mí, me faltan sombreros para quitármelos. Pero yo lo que quiero ser de mayor es poderosa de verdad, de esa docena de personas que sientan a los presidentes a su mesas y deciden nuestro futuro sin que nosotros lo sepamos. Alguien como Jesús de Polanco.

- —¿Lo dice con ironía?- —¡Pero qué va! ¡Todo lo contrario! Es mi ídolo. Admiro el enorme poder que tiene y la sutileza con que parece ejercerlo.

- —A pesar de que sabe usted mucho de números, y de negociaciones, ¿su gran pasión son las letras?- —La lectura es el acto más libre y solitario de un individuo. No se puede aprender nada sin leer y, cuando encuentras algo que te complace, es un placer irrepetible, una auténtica orgía del cerebro. Para experimentarla, no es ni siquiera necesario dedicarle muchas horas: leer veinte páginas de un libro importante te puede cambiar la vida.

- —¿Puede explicarnos cómo revolucionó el panorama mundial de la edición?- —Cambié las reglas del juego, con ayuda del abogado Molas, que fue providencial en mi vida. Creé por primera vez dos elementos nuevos en los contratos: límites geográficos y de tiempo. Antes, las novelas se vendían a un editor para toda la vida y en todo el mundo. Fue un hallazgo que me dio gran seguridad, hoy es el procedimiento habitual en todo el mundo.

- —¿Pero cuál fue el detonante? ¿Qué manzana le cayó en la cabeza?- —La primera reacción de rebeldía que recuerdo es al leer un contrato entre la sociedad de autores inglesa y un editor de Barcelona. El autor era nada menos que Rudyard Kipling y, por 75 libras, se concedían a la editorial los derechos indefinidos de Kim. Me dije: una de dos, o este oficio que hago no vale nada, y abandono, o hay que cambiar las cosas. Decidí convertir mi trabajo en algo digno. Y, poco a poco, fui cancelando los derechos indefinidos de autores como Faulkner, Joyce, etcétera. Imagínese: los herederos de Neruda todavía hoy cobran una cantidad de la que se puede vivir. Con el sistema anterior, Neruda habría cobrado una sola vez por cada uno de sus libros.

- —Antoine Gallimard y Francis Esmenard, los dos grandes editores independientes de Francia, acaban de declarar que están contentos de que en Francia la figura del agente no tenga gran importancia, porque eso demuestra que “los editores hacen bien su trabajo” y que no han caído en el modelo estadounidense.- —Todo eso se resume en una sola frase: la edición “is a job for a gentleman”. Ser editor es un oficio de señoritos. Es elegantísimo, el no va más. Pero, en ocasiones, dejar a un editor que gestione los derechos de sus autores puede ser dejar al lobo a cuidado del rebaño. Un agente siempre juega a favor de los autores, porque trabaja para ellos. Las editoriales tienen más intereses, y existe el riesgo de que acaben cambiando cromos.

- —¿El editor no puede ser un buen agente para el autor?- —Puede serlo, sin ninguna duda. Incluso puede ser un placer extraordinario almorzar con él una vez por semana, mientras se habla de literatura. Sucede que, en esos almuerzos editor-autor, hay un tema tabú: el dinero. Al autor le da vergüenza, y el editor no lo encuentra elegante.

- —¿Cómo consiguió que los editores aceptaran sus nuevas reglas?- —Cuando tienes un autor como Gabriel García Márquez, puedes montar un partido político, instituir una religión u organizar una revolución. Yo opté por esto último. Pero no se crea que fue fácil: me atacaron por todos lados. Me consta que en una reunión en la sede del gremio de editores, se dijo textualmente: “Hay que acabar con esta señora”. En esa reunión, se plantearon hacerme el boicot, es decir, que todas las editoriales de España dejaran de tratar conmigo. Tengo entendido que uno de esos editores salió en mi defensa: José Manuel Lara.

- —También ha influido en Hacienda, ¿no?- —Es que lo que hacía Hacienda con los escritores era un escándalo mayúsculo. Manuel Vázquez Montalbán, cada vez que tenía que pagar sus impuestos, se veía obligado a escribir un libro corriendo. Un día que me encontré a Ana Botella, ella me preguntó cómo funcionaba el tema de los autores. “Es muy sencillo —le respondí—: la empresa privada les roba, y el Estado les expolia”. Le impresionó tanto esta respuesta que me citó en la Moncloa para que se lo explicara con detalle. Fue sólo el primer paso de algo que hubiera tenido una continuación extraordinaria de haber continuado el PP en el Gobierno.

- —¿Usted prefiere pactar con la derecha antes que con la izquierda?- —Me parecería ridículo tener que militar en un lado u otro para ejercer mi profesión. Mi trabajo es luchar por los intereses de mis escritores, e intento hacerlo de forma eficaz, al margen de su color político. En España se politiza todo.

- —El sistema de premios literarios en España sufre una crisis de credibilidad. Se dice que las agentes tienen parte de culpa, negociando bajo la mesa quién se va a llevar tal o cual premio.- —Hay que distinguir, primero, dos tipos de premios: los institucionales y los comerciales. Los institucionales (el Nobel, el Cervantes, el Príncipe de Asturias, el Nacional) gozan de gran prestigio, y todos desean conseguirlos. La clave para ello es ser reconocido por los jurados de las instituciones que los conceden. Quienes ejercen ese poder son personas que se han ganado a pulso su prestigio, y hacen uso de su influencia protegiendo, lógicamente, a aquellos candidatos que les son afines.

- —¿Y los premios comerciales, como el Planeta, el Alfaguara, el Nadal, el Herralde…?- —Todo el mundo los critica, sin conocer su funcionamiento.

- —Explíquemelo usted…- —En España se da la situación insólita de que hay miles, porque cada editorial concede el suyo, cuando no varios. Cada premio tiene una dotación económica, a cuenta de las futuras ventas del libro. Tienen la enorme ventaja, para la editorial, de que el premio ocupa un número de páginas importante en la prensa y espacios en todas las televisoras y radios, que tienen mucha más eficacia que los anuncios, ya que la publicidad de un libro tiene muy poca repercusión sobre sus ventas y es tan cara que un solo título no puede soportar su coste.

- —Pero ¿cómo funciona el mecanismo de esos premios?- —Transcurrido un tiempo desde la publicación de las bases, si la editorial no ha encontrado ningún título que le plazca, se dedica a cortejar a los escritores que cree ideales para ganar. A veces se acercan a un escritor de otra editorial, lo que algunos consideran un acto de pillaje, aunque para mí es legítimo.

- —Así, ¿son las editoriales las que buscan un ganador?- —En realidad, los directores literarios nunca garantizan el premio, hay que decirlo en su honor. Ellos están segurísimos de que el autor al que abordan lo ganará, pero no lo garantizan explícitamente, dejan la decisión en manos del jurado. Una práctica habitual es decir: “Te compramos la novela por una cantidad que es la mitad de la dotación del premio. Si pierdes, te la publicamos pagándote ese dinero. Y si ganas, ganarás el doble”.

- —Siempre ha estado tan segura de sí misma.- —Le voy a hacer una confesión: no me siento parte de nada, ni de la “gauche divine” ni de nada. Eso ha sido un motivo de gran inseguridad y angustia toda mi vida, como el creer que no estaba a la altura intelectual de mi entorno.

- —¿Detrás de toda gran mujer hay un gran hombre?- —Mi marido tiene un ojo extraordinario. Me han servido de mucho sus consejos a la hora de embarcarme en proyectos hiperbólicos. ¿Sabe por qué? Porque él los encuentra todos mal, y claro, acierta bastante (risas). En serio, gracias a Dios que, mientras yo montaba la agencia, él tenía empleo y podíamos vivir de su sueldo.

- —¿Cómo ha compatibilizado su condición de madre con su carrera profesional?- —Mal. Una carrera profesional no es compatible con la maternidad. Para mí, una carrera es tener disponibilidad las 24 horas del día, y la maternidad, hasta los cuatro años, lo mismo. Si usted es burócrata o funcionario, es más sencillo tener niños: no le despedirán nunca y hay facilidades para escaquearse. Cuando nació mi hijo, en 1964, lo tomé fuertemente en mis brazos y me dije: “Carmen, no tendrás más hijos”, primero porque no quiero dividir el amor hacia este hijo con nadie, y segundo, porque tampoco creí que pudiera darle una educación excelente. Entonces ya tenía la agencia, pero vivía del sueldo de mi marido. Y me lancé de cabeza y patas al trabajo. Los otros (mi marido y mi hijo) se adaptaron.

- —Ahora vive en el piso de arriba de su agencia, en una perfecta fusión trabajo-vida privada.- —Me vine a vivir aquí en 1991 o 1992, cuando mi hijo ya se había casado, porque yo llegaba a las 11 de la noche, entraba en la cocina, abría la nevera y me encontraba siempre un plato de macarrones fríos que recalentaba. La vuelta a casa para mí se simboliza en aquellos macarrones fríos, y una mesa individual, con un cubierto y un plato, y mi marido durmiendo como un tronco. Todo el mundo estuvo en contra de que viniera a vivir aquí, encima de la agencia, toda mi familia. Pero lo hice, y los 90 han sido unos años de gran creatividad y confort.

- —¿Y la de los 2000?- —En el 2000 cumplí 70 años, recibí la Medalla del Mérito Cultural y me sentí obligada a retirarme. Cumplí mi sueño de tener una casa frente al paisaje de mi infancia y, si debo ser sincera, en 2001 fui feliz por primera vez en mi vida. Jugué a casitas: compraba casas viejas, las reconstruía, me peleé cuerpo a cuerpo con toda la familia, que se oponía a ello, incluso mi marido hablaba de “demencia senil”. Hoy entiendo y sufro sus razones.

- —¿Qué siente cuando mira a su alrededor, al mundo de la edición?- —La impresión es muy buena. La compraventa de editoriales es constante y seguirá, con los grandes grupos abriendo un amplísimo espectro o, para ser más gráficos, abarcando la totalidad de la cultura. Casi todos ganan dinero. Veo a las editoriales pequeñas esperando crecer, y a las minúsculas, creando un modelo o una línea lo más definida posible para que los lectores se identifiquen con ellos. La complicación es la librería, que se vuelve más grande, y las editoriales pequeñas acabarán vendiendo sus libros los domingos a la salida de misa de 11, por internet, en pequeños clubs de suscriptores…, pero siempre de manera difícil. No se olvide de que vivimos plenamente en la era digital. El cambio es y será brutal.

- —Si ahora se declarara un incendio, ¿qué libros salvaría de esta casa?- —Poco a poco, iría agarrando todo lo valioso, y empezaría por Platón.

(c) La Vanguardia y Claríntexto
extraido de http://luchadores.wordpress.com/

CB

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viernes, 20 de julio de 2007

ENTREVISTA A PATRICIA PEREZ, Dirigente de la Comunidad Internacional de Mujeres viviendo con VIH/Sida (ICW) y candidata al Premio Nobel de la Paz.



“El machismo es una enorme traba en la lucha contra el Sida”

Por Verónica Díaz

Es la primera mujer seropositiva candidata al Premio Nobel de la Paz por su trabajo en la Secretaría para América Latina y el Caribe de la Comunidad Internacional de Mujeres Viviendo con VIH (ICW). Argentina, profesora y madre de un hijo, ve en esta nominación una oportunidad única para “hablar del Sida en todo el mundo” y abrir espacios de protección para las mujeres portadoras del virus.

Fue diagnosticada con VIH hace mas de veinte años, cuando recién se comenzaba a tener noticias de la enfermedad, pero en lugar de paralizarla el dolor y el miedo, decidió fundar en Ámsterdam, junto con otras cincuenta mujeres seropositivas, la ICW. Hoy es una de las cinco sobrevivientes creadoras de esta organización, secretaria de su filial Latinoamericana y una de las voces con más experiencia en la lucha contra el HIV/Sida.


-¿Cuál es el perfil general de las portadoras de VIH en América Latina y qué las diferencia de otras regiones del mundo?
El rostro actual del SIDA en todos los países es: Mujer joven de hasta 25/27 años, pobre, de escasa instrucción educativa. Una de las diferencias regionales es que se le suma una acentuada cultura machista prejuiciosa sobre la "moral" de la infección. Por ello ICW Latina ha comenzado junto a UNICEF un trabajo con niñas y adolescentes con VIH o SIDA para completar el abanico de defensa de las vulnerabilidades del segmento.

-Estudios han mostrado que la mayoría de las mujeres portadoras del VIH en Latinoamérica son casadas o con pareja estable. ¿Cómo se pueden abordar programas de prevención en mujeres que creen estar protegidas porque desconocen la infidelidad de sus parejas? ¿Cómo “empoderar” a las mujeres en este sentido?
Sean o no parejas estables, casadas o con parejas ocasionales, el mayor problema es la casi nula posibilidad de negociación con los terceros en cuestión, sobre el uso del preservativo o de otras técnicas que eviten la transmisión. Los Estados de la región eluden mayoritariamente referirse a estos temas en los escasos programas de prevención que hay en funcionamiento. Si no sinceramos la situación, la epidemia gana la partida. Las mujeres tienen una opción de empoderamiento y es organizarse tras la defensa de sus Derechos. ICW Latina las apoya en 20 países de la región, comuníquense con nosotras a www.icwlatina.org

-¿Cuáles son los principales desafíos de la ICW latina?
Llegar a todos los rincones de América Latina y el Caribe donde haya una niña, adolescente o mujer positiva que esté necesitando sentir que no está sola. Sentar a nuestras dirigentes en las mesas de toma de decisiones en los países y en cada localidad de nuestra querida América Morena.

-¿Cuál es el mayor error en el combate al VIH en América Latina?
Los gobiernos y agencias multilaterales dicen todo el tiempo lo "políticamente correcto", necesitamos decir las cosas como son: en la región hay más de dos millones de infectados notificados, pero nadie sabe cuantos somos en realidad. Sin una respuesta social organizada entre Estado y Sociedad Civil, sincera y francamente establecida, seguiremos en el error que terminará por darle, lamentablemente, la razón al presagio de don Nelson Mandela, que en la Conferencia de Tailandia nos dijo a todos que si no nos unimos, el SIDA hace correr peligro de desaparición de la especie humana.

-¿Qué país o países de Latinoamérica presentan los mayores problemas en relación a establecer medidas de prevención y protección a las mujeres con VIH/Sida? Qué países los mayores avances? ¿Se puede decir que existe en este tema una relación proporcional entre países con mayor grado de desarrollo y, en consecuencia, mayor protección a las mujeres con VIH?
No es un problema de desarrollo en términos de PIB, ya que México entonces debería ser un ejemplo al respecto. Pero, más allá de los esfuerzos del PNS local, México tiene los mismos inconvenientes que el resto: discriminación, estigma y machismo, que son enormes trabas para la tarea de prevención, sumadas a las actitudes no siempre aconsejables de la mirada religiosa sobre el tema de los métodos científicamente comprobados de prevención que muchas congregaciones religiosas no aceptan.

-A nivel internacional existen diversos instrumentos legales de protección a mujeres con VIH y ratificadas por los estados Latinoamericanos, pero vemos que los estados adoptan estas normas muchas veces sin tener el interés y la capacidad para cumplirlas. ¿No hace falta en este sentido una mayor presencia y presión de la sociedad civil para socializar a los gobiernos a cumplir con sus compromisos?
Volvemos a la hipocresía de hacer lo "políticamente correcto" y con ello creer que se solucionan los problemas. ICW Latina e ICW Mundial, son instrumentos creados, entre otras tareas, para ejercer esa presencia que usted advierte como faltante.

-¿Cómo luchar contra la discriminación de mujeres con VIH si, por ejemplo, las propias políticas de salud no tienen perspectivas de género?
Abriendo los espacios en las mesas donde se discuten las políticas estratégicas. Mi gestión al frente de la Secretaría Regional de ICW Latina, tiene como meta que, al concluirla en el 2008, haya muchos países donde nuestras Dirigentes de ICW locales, sean integrantes de mesas estratégicas de elaboración de políticas del sector

-¿Qué representa para ti ser la primera mujer con VIH que aspira al premio Nóbel de la Paz?
Una enorme oportunidad para hablar del SIDA en todo el mundo. Junto a las 8500 mujeres que conformamos la membresía de ICW en todos los continentes, estamos empeñadas en una Campaña Mundial para lograr que Naciones Unidas declare el Día Mundial de la Paz como oportunidad para detener el SIDA, y cada 27 de junio se realicen actividades al respecto. Ese día del año 2001 se firmó la Declaración de Naciones Unidas contra el SIDA.

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martes, 10 de julio de 2007

"Madres de Gay en Acción"

La iniciativa de "Madres de Gay en Acción" nació de un grupo de cuatro mujeres en Valparaíso, Chile. Al conocer está iniciativa, nos pareció de sumo interés difundir está interesante experiencia, como un ejemplo concreto de como las mujeres (y madres) son capaces de organizarse y romper con las creencias de una sociedad que discrima y subvalora la diferencia. ¿Una muestra de de amor? ¿Una mirada abierta desde la propia experiencia?

Para saber más de la labor que realizan, las ideas que defienden y difunden, contactamos a Inés Loyola, vocera del grupo quien contestó a las siguientes preguntas:

¿Cómo nace la iniciativa de Madres de Gay en Acción?¿Cómo os llegáis a reunir con otras mujeres con la misma inquietud?

Surge de manera espontánea, cuando nos damos cuenta de que no debíamos esconder la realidad de nuestros hijos; creemos en la visibilidad de los gay en la sociedad y su completa inclusión.


Ciertamente la homosexualidad en Europa es un tema cotidiano que no representa mayor inconveniente para la sociedad, pero sabemos que en Chile es muy diferente… ¿Cómo hacen para abrir un camino de tolerancia?

Mostramos a la sociedad el amor, apoyo y compañía que brindamos a nuestros hijos gay.


¿Cómo rompen con tantos mitos y discriminación?

Difundiendo información acerca del tema y abocando por la tolerancia de los gay.


¿Qué actividades concretas realizan?

Participamos en distintas instancias para difundir las actividades que realizamos en ACCIONGAY: reuniones políticas, para gestionar distintos proyectos legislativos que garanticen cualquier forma de discriminación por orientación sexual y para que se otorgue a las parejas gay la ciudadanía plena.


¿Cuáles son vuestras principales inquietudes u objetivos?¿Qué demandas crees necesarias para los derechos de los homosexuales en un país como Chile?

Nuestro objetivo y demanda es que se otorgue la ciudadanía plena.


¿Cómo definirías la reacción del medio social frente a vuestra organización?

Existe mucha curiosidad y expectativas por lo logros alcanzados.


¿ Crees tú que la mujer, en su rol materno, juega un papel fundamental en la aceptación familiar y en el hecho de qué su hijo o hija viva plenamente su homosexualidad?

Sí, es sumamente importante el rol de la madre para que se logre la aceptación familiar de los gay.


¿Qué opinión te merece aquellos homosexuales que viven una doble vida?, es decir, que tienen una familia constituida al modo que manda la sociedad cristiana-occidental, a pesar de su ORIENTACIÓN sexual… vislumbras razones para ello.

Se debe a una formación generacional familiar en la que existen muchos prejuicios, por lo cual homosexuales reprimen su naturaleza, es decir, su orientación sexual.


¿Qué le dirías a unos padres que están en el proceso de conocer la homosexualidad de su hijo o hija? Consejos?...

Que se informen y tengan tino, suavidad y mucho amor para así lograr una mayor comunicación y entendimiento.


Para aquellas personas que estén pasando por un momento difícil al conocer la homosexualidad de su hijo o hija… ¿Cómo pueden contactarlas? ¿Qué tipo de ayuda encontrarán?

Nuestro programa de ACCIONGAY cuenta con un correo: madresdegay@acciongay.cl Apoyo y orientación en el tema.


¿Tenéis proyectos a futuro?

Proyectos a futuro talleres a madres, padres y familiares de gay y la marcha por el orgullo gay.


Quisiera saber ¿Cómo comenzó su experiencia de vida con un hijo gay?

Nuestra experiencia es similar a la de muchas madres en igual situación, pero con la diferencia que nosotras queremos hacernos visibles para que nuestra lucha sea sólida.


¿Y cómo enfrentan la sociedad Chilena?

Creemos en la visibilización social de nuestros hijos gay. Su rol en la sociedad y su ciudadanía plena: mismos derechos y obligaciones heterosexuales.

Los gay no están solos. Somos una familia.


¿Quieres agregar algo más?

Hacerles una invitación a que se sigan comunicando con nosotras para intercambiar ideas y experiencias al correo que ya conocen.


ICh

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viernes, 6 de julio de 2007

LEONOR E. A. WALKER: LOS HOMBRES DEPENDEN DE LAS MUJERES


Fuente: Núria Navarro. El Periódico de Catalunya

Leonor E. A. Walker, directora del Domestic Violence Institute, describió en 1978 el patrón que siguen los maltratadores. A saber: tensión en aumento, abuso, contrición. La psicóloga norteamericana, que intervino en el seminario Violència vers les dones: recuperació i creences, organizado por el departamento de Psicología de la UB, lo bautizó como el ciclo de la violencia.

¿Todos los maltratadores siguen la misma pauta?
--Todos siguen el ciclo de la violencia. Tensión. Incidente. Contrición amorosa. Siempre funciona así.

Usted descubrió ese patrón en los años 70. ¡Estamos en la era digital!
--Mire, en EEUU, las mujeres ganan 69 centavos por cada dólar que gana un hombre. ¡Eso no ha cambiado desde los años 70! Pero también tengo buenas noticias, ¿eh?

Delas, delas.
--Mueren menos mujeres que antes.

En el 2006, murieron 91 españolas.
--Una cifra alta. Aun así, el sistema de justicia criminal está resultando útil. Pero hace falta algo más que jueces y tribunales.

¿Algo como qué?
--Soy fan de las Pink Ladies, un grupo de japonesas que se presentan en el trabajo del maltratador. Son una especie de cobradoras del frac. Hacen lo imposible para que el supervisor les dé el sueldo del maltratador y se lo entregan a su mujer. Mientras dure el maltrato, no hay sueldo.

¿Eso no les enfurece más?
--Es probable, pero el hombre no puede hacer nada.

¿La propensión a maltratar viene marcada en los genes?
--Yo diría que es conductual. Pero los hombres tienen mayor propensión a emplear la violencia cuando están ante una situación de estrés. Hemos visto, por ejemplo, que las niñas expuestas a la violencia tienen más probabilidades de emplear la violencia y al mismo tiempo de sufrir abusos durante la adolescencia. Pero también sabemos que, a los 20 años, cuando se desarrolla el control de la impulsividad, esa tendencia desaparece. En los chicos, no.

Muchos hijos de maltratadores maltratan. ¿Tiene lógica?
--Sí. Si un niño ve a su padre golpear a su madre, tiene 700 veces más probabilidades de ser un agresor. El niño ve que el método funciona. Pero, ¿sabía que el 60% de los hombres que abusan de la mujer también maltratan a los hijos?

No. ¿Por eso es partidaria de no otorgar la custodia compartida?
--Entre otras cosas. El padre utiliza a los hijos para seguir abusando de la madre. ¡Es peligroso para el niño!

También hay madres que emponzoñan la imagen del padre.
--¡Yo no mezclaría las cosas! El trauma que queda en las mujeres es parecido al de una guerra, al de un accidente aéreo... Sufren síndrome de estrés postraumático. Su cabeza no deja de pensar en la repetición de la violencia. Le aseguro que no es lo mismo, no.

Si es así, cuesta entender que haya mujeres que vuelven con ellos.

--Cualquier mujer maltratada quiere que deje de ser violento y vuelva a ser el hombre maravilloso del que se enamoró. Hay un vínculo de amor muy intenso. ¡Ese es el problema!

Ante la primera señal de alarma, ¿qué hay que hacer?
--La primera vez debes decirle al hombre que eso no puede ocurrir nunca más o, de lo contrario, te irás.

Ya, pero cuando hay hijos...
--Normalmente, la primera vez ocurre cuando no hay hijos. El primer maltrato se suele producir cuando el hombre entiende que has firmado con él un compromiso

¿Qué tipo de compromiso?
--Puede ser la primera vez que tienes con él relaciones sexuales, cuando dices a todo el mundo que te vas a casar con él, cuando te casas... El problema es que las mujeres perdonan. Lo justifican. "Es inseguro", "tiene celos", "cree que estoy flirteando con otro". Y piensan: "Cuando nos casemos, todo funcionará bien". Pero no es así.

¿Qué lección deben aprender los hombres cuanto antes?
--Deben aprender a controlar su poder sin controlar a las mujeres.

¿Me lo explica?
--Los hombres dependen de las mujeres. Las necesitan para que les hagan la comida, los elogien, los acaricien, les digan "pobrecitos"... Hasta que los hombres no se hagan cargo de sus propias emociones, nada cambiará.

Oiga, ¿el maltratador se rehabilita?
--El 40% de los maltratadores no se pueden rehabilitar. Muchos son alcohólicos o toxicómanos. Sufren depresión, paranoia, delirios, esquizofrenia. Y hay sociópatas a los que el tratamiento hace más violentos...

¿Entonces?
--Si no hay tratamiento posible, deben ir a la cárcel, porque, de lo contrario, reinciden.

jm

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