miércoles, 19 de septiembre de 2007

Entrevista al Grupo MAZAPAN

"La cuncuna amarilla" Mazapán
Por Carolina Baeza

En Chile el grupo Mazapán no necesita presentación, con 27 años de trayectoria son un verdadero clásico infantil, que ya varias generaciones hemos disfrutado y que ciertamente conocemos. Para el resto del mundo, contarles que se trata de un proyecto que nace de 7 jóvenes que estudiaban música en la Universidad Católica de Chile, y que juntaron su talento y creatividad para despertar la imaginación de los niños por medio de lúdicas canciones y cuentos. En ellas mezclan diversos estilos musicales, con letras divertidas y emotivas que se han quedado en nuestras mentes y corazones desde que se dieron a conocer masivamente a través del programa Masamigos en el año 1983. Éste programa premiado y añorado mostraba a las mazapanes en todas sus facetas, recreando las letras de las canciones en hermosos videoclips, actuando e invitando a los televidentes a jugar, a desarrollar la creatividad y a conocer el maravilloso mundo que nos rodea. Cecilia Alámos, una de sus integrantes, nos ha concedido esta entrevista y a través de ella queremos enviarles a todas un gran saludo y agradecimiento por todo su trabajo, ya que muchos de nuestros recuerdos infantiles tienen sabor a mazapán...

-A veces se tiende a pensar que si algo no esta en la tele es que ya no existe… en el caso de Mazapán, hemos visto que esta idea es muy lejana a la realidad, ¿desde la formación del grupo no han dejado de trabajar?
No, nunca, hemos seguido juntándonos dos veces a la semana a ensayar.

- Quizás lo anterior sea porque los niños de entonces, adultos ahora, dejamos de “consumir” Mazapán, y ahora nos reencontramos con ustedes a propósito de nuestros hijos… esta historia es pan de cada día para ustedes supongo…
Así es y es muy emocionante porque significa que “algo” de lo que quisimos entregarles les quedó y por eso se lo quieren transmitir a sus hijos.

- ¿Pensaron en algún momento que se convertirían en un clásico?, que percepción tienen de esto? Cuando partimos nunca nos proyectamos y recién ahora nos hemos dado cuenta de lo que el Mazapán ha significado para los niños de esa época y los adultos de ahora y es bien fuerte y muy emocionante sentir el cariño que recibimos en nuestros recitales y el aporte que hemos entregado a este país.

- Por lo anterior, imagino que en sus conciertos nos es fácil distinguir quien disfruta más, si los niños o los adultos…
Obviamente los que más disfrutan son los adultos porque en nuestros recitales se sienten con “chipe libre” para volver a ser niños y eso ...¡es maravilloso!

- ¿La música para niños en general proviene de una “formula” que resiste el paso del tiempo y es siempre exitosa? ¿o consideran que han tenido que “actualizar esa formula” por la diferencias generacionales entre los niños de las distintas épocas?
No separaría la música para niños de cualquier otro tipo de música o arte en general.
No pienso que los niños intrínsicamente hayan cambiado, sí su entorno y por supuesto eso les afecta pero si algo es bueno trasciende en el tiempo. Sería absurdo creer que por ejemplo un cuadro de Picasso o un buen concierto de Mozart van a dejar de gustar o de trasmitir sensaciones maravillosas porque los tiempos en que se hicieron son muy diferentes a los actuales. La sensibilidad en el ser humano es atemporal, lo que sí debemos hacer como adultos y padres en darles a conocer a los niños ese mundo para que pase a ser parte de ellos, como algo normal y natural.

- En este sentido ¿es diferente el trabajo de Mazapán de un comienzo al actual? Y, son diferentes los niños ahora? Es diferente en el sentido de que partimos cantándoles a nuestros niños cuando tenían entre 1 mes a 5 años y esa era la temática básica de las canciones. A medida que fueron creciendo las letras también y por ende los arreglos musicales, más llenos de sutilezas y sonoridades. Como te dije anteriormente, creo que los niños en el fondo de su ser no han cambiado.

- A propósito de la televisión, el programa se emitió en dos cadenas; canal 11 y canal 7. En el segundo caso, un canal con muchos mas recursos, sin embargo (y es una percepción a partir de una pequeña encuesta formulada…) en el canal 11 parece ser que el programa era como mas “cálido”, ¿tienen esta sensación? ¿Consideran que el recuerdo que se quedó en la gente sobre vuestro paso en tv es mas bien la emisión de canal 11?
Creo que sí pero en parte fue también porque fue lo primero que se conoció de nuestro trabajo y porque se dio más tiempo, porque a pesar de haber ya terminado el contrato con ellos lo siguieron repitiendo varios años más.

- ¿Es la televisión el medio mas apropiado para desarrollar un proyecto como Mazapán, o donde Mazapán brilla mas? Esto porque aquí se integra la música con la imagen y se aprovechan de mejor manera vuestras cualidad histriónicas, la creatividad en las puestas en escena y esas cosas…La ventaja de la televisión es que puedes llegar en forma masiva a los rincones más apartados tanto del país como fuera y eso es fantástico. El DVD podría ser lo mismo pero es más elitista, en todo caso lo ideal es poder combinar música con imagen.

- Pasando a otro tema, imagino que tantos años juntas dan cuenta de un buen equipo de trabajo, pero además de importantes lazos afectivos entre ustedes...
Nos sentimos más que amigas…hermanas porque en estos 27 años juntas hemos tenido de todo, momentos muy buenos, regulares y malos, pero aún lo pasamos bien juntas y necesitamos vernos.

- Por cierto, entiendo que se conocen de la universidad donde estudiaban música, ¿es una casualidad que únicamente sean mujeres? Absolutamente casual. De hecho cuando hemos necesitado voces masculinas las hemos buscado y nos han aportado mucho.

-Como músicos, imagino que además tendrán otros intereses o proyectos de forma separada o en conjunto distintos de la música que hacen para Mazapán, como conocemos en el caso de Cecilia Echenique. Entiendo que la música renacentista? Podrías comentar algo de esto? Nos gusta antes que nada hacer música y tocamos ocasionalmente en matrimonios y otros eventos.
Ya se han casado varios hijos de Mazapán y ni se les pregunta, obvio que el Mazapán les canta .

- Por ultimo, cuales son sus proyectos futuros, deseos o sueños? O ¿que le queda a Mazapán por hacer?
Nos gustaría dejar material visual como DVD y material para los profesores de música de este país, aportándoles con ideas y actividades entretenidas.
Todas hemos tenido experiencia como profesoras y nos gustaría dejárselo para las generaciones futuras.

Más sobre Mazapán: http://www.mazapan.cl/

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domingo, 22 de julio de 2007

Carmen Balcells: La gestora del boom literario latinoamericano

Balcells: "Vocación de poderosa"


De casa al trabajo y de trabajo a casa. A comienzos de los 90, Balcells se mudó al mismo edificio donde están las oficinas de su agencia literaria.
Aunque jamás publicó una línea, es una de las personalidades más poderosas e influyentes de las letras hispanas. Su oficio: agente literaria. Sus clientes: García Márquez, Vargas Llosa, Isabel Allende y un par de cientos de firmas ilustres. Fue la principal impulsora del boom de la literatura latinoamericana. A punto de cumplir 76 años, Carmen Balcells rompe su silencio —esta es la primera entrevista que concede en el último cuarto de siglo— y habla de su relación con escritores y editores, de sus batallas por los derechos de autor, de su vida privada, de su ambición de poder, del imperio que construyó con palabras ajenas.
XAVI AYEN.

La experiencia de entrevistar a Carmen Balcells es inefable. Ver trabajar a la agente literaria más famosa del planeta, presuntamente retirada de su oficio, es uno de los mayores espectáculos del mundo de la literatura. Durante varios días, hemos aprovechado los resquicios que su actividad le dejaba para preguntarle en el despacho de su casa por diversos temas, y nos hemos convertido en involuntarios testigos de su modo de actuación. Hemos visto cómo, colgada de sus teléfonos, subía a las más altas cimas de la emoción y descendía a profundas simas de desesperación. Carmen Balcells llora, grita, ríe, envía flores, lanza maldiciones, consigue contratos astronómicos y, sobre todo, recibe a mucha gente. En su oficina de jubilada imposible hemos visto a políticos que buscan su asesoramiento para organizar nuevos premios literarios, a autores por el momento desconocidos y a premios nacionales de narrativa, a editores de grandes grupos multinacionales y a otros que empiezan. Los veinte metros cuadrados del despacho de esta mujer son un microcosmos más fecundo que cualquier máster de edición.
Carmen Balcells Segalà nació en el pueblecito leridano de Santa Fe de la Segarra, en el seno de una familia de propietarios rurales, y fue educada en el colegio de las teresianas. A los 24 años, trabajó como secretaria en una empresa de maquinaria textil. Su amigo Joaquim Sabrià la recomendó al rumano Vintila Horia, dueño de la agencia literaria ACER, quien la contrató como delegada en Barcelona. Cuando Horia vendió su agencia, en los años 60, Balcells se estableció por su cuenta, en el piso de alquiler donde vivía. En pocos años, esta mujer tozuda, noble y emotiva revolucionó el mapa internacional de la edición, estableciendo nuevos mecanismos de contratación a favor de los autores y edificando un imperio con nombres como Gabriel García Márquez, Pablo Neruda, Mario Vargas Llosa, Camilo José Cela, Isabel Allende. Hoy, esta dama de las letras concede la que, según su recuerdo, “es la segunda entrevista de mi vida. De la primera, que di a Carme Riera para la revista Quimera, debe de hacer más de veinte años”.


- —¿Por qué suele rechazar las entrevistas?- —Mi actividad no se debe publicitar. Los gestores no debemos estar sometidos a la luz pública. Cuanta más publicidad tengan el escritor y la editorial, mejor. Sin embargo, en esta ocasión he hecho una excepción, valorando el coste que supondrían todas estas páginas en el Magazine si las tuviera que pagar como espacio publicitario, y he decidido que no puedo rechazar un regalo tan caro. Es una plataforma excelente para promocionar algunos de mis proyectos, precisamente en el día del libro. Y, por otro lado, me siento al final de una vida.


- —¿Tantos proyectos tiene? ¿No se había retirado?- —Me retiré para continuar mandando, pero sin tener que madrugar. Hace dos años, creé la empresa Barcelona Latinitatis Patria, que impulsa el proyecto de crear en Barcelona, que es la capital de la literatura hispanoamericana, un edificio monumental que contenga los manuscritos, archivos y bibliotecas personales de grandes escritores y editores. Sería una especie de gran centro de lectura, a la vez museo y biblioteca, en el que todo estaría digitalizado, con una librería en la que, gracias a la técnica “impreso sobre demanda”, el lector podría adquirir cualquier libro, aunque estuviera agotado, en tiradas de un solo ejemplar. La segunda gran iniciativa es Barcelona Ad Libitum, empresa dedicada a la música, mejor dicho, a representar a músicos.

- —¿No le pesa la edad?- —Me pesan los quilos. La edad solamente me corroe.


- —Usted ha compartido momentos de intimidad extrema con sus autores: les ha buscado pisos, les ha alejado de novias, ha sido su confesora…- —He compartido con ellos muchas cosas. Por ejemplo, en un viaje que hicimos Joseph Maria Castellet y yo, con Mario Vargas Llosa, a Perú, en los años 70, fuimos a Iquitos, en el Amazonas, a una sesión nocturna para probar la ayahuasca. La chamana actuaba en un claro rodeado de selva. Tenía una sábana blanca en el suelo, una pequeña bombilla de poquísima potencia enganchada a un árbol, y una ayudante jovencita sentada en el suelo. Mario nos observaba, pero él no tomó nada. Nos dieron una dosis prudente de droga, un bebedizo espeso y repugnante en un culo de vaso. Al principio no parecía hacer mucho efecto, y pensé que como Castellet medía dos metros y yo era corpulenta, no notaríamos nada. Estábamos tumbados en la sábana para observar la bóveda celeste, una experiencia que debía intensificar el efecto de la droga. Otro cliente de la chamana, enfermo, sufría pequeñas convulsiones. De repente, le dije a Castellet al oído: “Nadie se va a creer esto en Barcelona, y más cuando les digamos que la ayudante de la chamana estaba leyendo un libro-pulga de Bruguera”. Esta frase me produjo una hilaridad tremenda, no podía parar de proferir sonoras carcajadas, acompañadas de hipo y espasmos. Iba dando vueltas en el suelo como una croqueta, sin parar de reír, hasta que la chamana intervino, porque podía haber peligro, y me hizo unas friegas con alcanfor en el cuello y la nuca mientras cantaba: “Alcanforito, alcanforito”, una melodía que se me ha quedado clavada siempre en la memoria. Más tarde me explicaron que la droga exacerba tu estado de ánimo. Lo recuerdo como una experiencia divertida, exótica, aunque nunca más volví a probar la ayahuasca.texto

—Usted tiene un método, digamos, empático: crea una relación personal muy fuerte con sus clientes, unos lazos afectivos indestructibles. Y, después, ya vendrán los negocios…- —Es al revés: primero viene la relación profesional, y después, debido a mi carácter, intento solucionar problemas de todo tipo.

- —Pero, más que relaciones profesionales, parecen familiares…- —Escuche este mensaje que me ha dejado Juan Goytisolo en el contestador: “Carmen, sólo quería oír tu voz y decirte que cuentes con mi oferta permanente de matrimonio, a pesar de la diferencia de sexo” Ja, ja, ja… Con muchos autores he tenido gran complicidad. Momentos que no se olvidan. Prefiero decir “complicidad” que “intimidad”, que puede malinterpretarse. Yo tuve durante años en mi oficina un cartelito que advertía: “Jamais avec les clients!”

- —Estuve aquí en los días previos a Navidad y parecía usted Papá Noel, organizando un impresionante dispositivo de entrega de regalos en varias ciudades y países, con toda una flota de coches movilizada… Son legendarios sus gestos, sus detalles, sus lujosas recepciones, su generosidad con autores a los que paga una mensualidad…- —Yo, más que generosa, soy dadivosa. Tengo un sentido grandioso de la existencia. Me comporto como me gustaría que fuera la vida.

- —¿Qué le queda por conseguir?- —Aspiro a que los autores de éxito se conviertan en estrellas económicamente hablando, comparables a un tenista, un cantante de ópera o un futbolista. Todavía hay muchos escritores excelentes sin un centavo.

- —¿Cuál ha sido la mayor decepción de su carrera?- —Cada vez que un autor me despide. La suerte es que la mayor parte de las veces, pasado un tiempo, regresan… Y debo reconocer que tengo una gran alegría con este regreso, excepto algunos casos, en que me siento tan dolida que prefiero borrarlos de mi mente. Una vez leí a un autor al que consideré un genio, así que enseguida le escribí para representarle y me dijo que sí. Un tiempo después, me comunicó por carta que no renovaría conmigo. Aquello me causó tanto dolor, me provocó un drama de tal naturaleza, que lloraba desconsoladamente noche y día. Como no se me pasaba, mi marido y mi hijo me llevaron a Portugal, a cambiar de aires. ¿Cómo se pudo producir en mi interior un disgusto tan grande? Me preocupó el tema y me sometí a un análisis profundo: llegué a la conclusión de que lloraba por vanidad, porque era yo la que me sentía genial.

- —”Yo no tengo amigos, tengo intereses”. ¿Es una frase suya?- —Sí. Siempre he sido reticente a considerar amigos a gente con la que tengo un compromiso profesional, y ya no digamos los que son mi principal sostén económico. Un día, por teléfono, García Márquez me preguntó: “¿Me quieres, Carmen?” Yo le respondí: “No te puedo contestar, eres el 36,2% de nuestros ingresos”.

- —¿Cuál ha sido su objetivo en la vida?- —La independencia. Y la única vía a la independencia real es la independencia económica. Nunca lo he escondido: el sueño de mi vida ha sido ser rica. Ha sido una obsesión: tener suficiente dinero como para no tener que pensar más en él. Cuando en los años sesenta me preguntaban qué me gustaría ser, yo respondía: “Hija de Magín Tusquets”, un editor rico, padre de Esther y Oscar. Siempre he sentido fascinación por el dinero, por el poder que da, la libertad de actuación que te otorga. Cuando he visto cosas que podían incrementar mi economía, me he acercado a ellas. Lo más próximo a ese sueño lo viví con Ricardo Rodrigo. Con él, y con Roberto Altarriba, fundamos RBA (iniciales de Rodrigo, Balcells, Altarriba), como empresa de servicios para editoriales, un proyecto que fue un éxito desde el primer día. Me parecía totalmente legítimo tener una empresa de servicios para autores, como es mi agencia, y otra para editores, como era entonces RBA.

- —Pero usted lo dejó. ¿Qué pasó?- —Lo hice con gran dolor de mi corazón. Planeta se asoció con RBA con el propósito de integrar a Rodrigo como factótum del grupo. Ni Lara ni Ricardo me obligaron a marcharme, al contrario, aceptaban que siguiera con ellos, pero tuve que escoger entre la agencia o RBA, ya que mis principales clientes de la época no hubieran visto con buenos ojos que compatibilizara ambas cosas.

- —¿Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa siguen siendo hoy sus principales clientes?- —Ahora habría que añadir a Isabel Allende.

- —¿Y por qué sintió tanto dolor?- —Por separarme de Rodrigo. Su proyecto era espectacular, y él ha sido siempre un genio. ¿Ve aquella foto que tengo en la estantería, junto a las de Gabo y Vargas Llosa? Es Ricardo.

- —Cumplió su objetivo de ser rica, ¿no?- —Ni pensarlo, pero no me quejo. Tendríamos que ponernos de acuerdo en establecer una cantidad a partir de la cual uno es rico. Desde luego, es un milagro que una cosa tan absolutamente deprimida como el mundo de los derechos de autor me haya permitido vivir como he vivido. A mí, parafraseando a un amigo, me gustaría vivir como vivo, pero pudiendo. Siempre he estado por encima de mis posibilidades.

- —¿Cuál es el momento en que realmente da usted el salto?- —Si contesto con honradez, los que dan el salto y se hacen grandes y famosos son los escritores a los que acompaño. Yo me limito a dar el salto junto a ellos.

- —¿Siempre quiso ser agente?- —Tengo más vocación de poderosa que de agente literaria. Sucede que, cuando veo pasar a alguien con talento por delante de mí, me faltan sombreros para quitármelos. Pero yo lo que quiero ser de mayor es poderosa de verdad, de esa docena de personas que sientan a los presidentes a su mesas y deciden nuestro futuro sin que nosotros lo sepamos. Alguien como Jesús de Polanco.

- —¿Lo dice con ironía?- —¡Pero qué va! ¡Todo lo contrario! Es mi ídolo. Admiro el enorme poder que tiene y la sutileza con que parece ejercerlo.

- —A pesar de que sabe usted mucho de números, y de negociaciones, ¿su gran pasión son las letras?- —La lectura es el acto más libre y solitario de un individuo. No se puede aprender nada sin leer y, cuando encuentras algo que te complace, es un placer irrepetible, una auténtica orgía del cerebro. Para experimentarla, no es ni siquiera necesario dedicarle muchas horas: leer veinte páginas de un libro importante te puede cambiar la vida.

- —¿Puede explicarnos cómo revolucionó el panorama mundial de la edición?- —Cambié las reglas del juego, con ayuda del abogado Molas, que fue providencial en mi vida. Creé por primera vez dos elementos nuevos en los contratos: límites geográficos y de tiempo. Antes, las novelas se vendían a un editor para toda la vida y en todo el mundo. Fue un hallazgo que me dio gran seguridad, hoy es el procedimiento habitual en todo el mundo.

- —¿Pero cuál fue el detonante? ¿Qué manzana le cayó en la cabeza?- —La primera reacción de rebeldía que recuerdo es al leer un contrato entre la sociedad de autores inglesa y un editor de Barcelona. El autor era nada menos que Rudyard Kipling y, por 75 libras, se concedían a la editorial los derechos indefinidos de Kim. Me dije: una de dos, o este oficio que hago no vale nada, y abandono, o hay que cambiar las cosas. Decidí convertir mi trabajo en algo digno. Y, poco a poco, fui cancelando los derechos indefinidos de autores como Faulkner, Joyce, etcétera. Imagínese: los herederos de Neruda todavía hoy cobran una cantidad de la que se puede vivir. Con el sistema anterior, Neruda habría cobrado una sola vez por cada uno de sus libros.

- —Antoine Gallimard y Francis Esmenard, los dos grandes editores independientes de Francia, acaban de declarar que están contentos de que en Francia la figura del agente no tenga gran importancia, porque eso demuestra que “los editores hacen bien su trabajo” y que no han caído en el modelo estadounidense.- —Todo eso se resume en una sola frase: la edición “is a job for a gentleman”. Ser editor es un oficio de señoritos. Es elegantísimo, el no va más. Pero, en ocasiones, dejar a un editor que gestione los derechos de sus autores puede ser dejar al lobo a cuidado del rebaño. Un agente siempre juega a favor de los autores, porque trabaja para ellos. Las editoriales tienen más intereses, y existe el riesgo de que acaben cambiando cromos.

- —¿El editor no puede ser un buen agente para el autor?- —Puede serlo, sin ninguna duda. Incluso puede ser un placer extraordinario almorzar con él una vez por semana, mientras se habla de literatura. Sucede que, en esos almuerzos editor-autor, hay un tema tabú: el dinero. Al autor le da vergüenza, y el editor no lo encuentra elegante.

- —¿Cómo consiguió que los editores aceptaran sus nuevas reglas?- —Cuando tienes un autor como Gabriel García Márquez, puedes montar un partido político, instituir una religión u organizar una revolución. Yo opté por esto último. Pero no se crea que fue fácil: me atacaron por todos lados. Me consta que en una reunión en la sede del gremio de editores, se dijo textualmente: “Hay que acabar con esta señora”. En esa reunión, se plantearon hacerme el boicot, es decir, que todas las editoriales de España dejaran de tratar conmigo. Tengo entendido que uno de esos editores salió en mi defensa: José Manuel Lara.

- —También ha influido en Hacienda, ¿no?- —Es que lo que hacía Hacienda con los escritores era un escándalo mayúsculo. Manuel Vázquez Montalbán, cada vez que tenía que pagar sus impuestos, se veía obligado a escribir un libro corriendo. Un día que me encontré a Ana Botella, ella me preguntó cómo funcionaba el tema de los autores. “Es muy sencillo —le respondí—: la empresa privada les roba, y el Estado les expolia”. Le impresionó tanto esta respuesta que me citó en la Moncloa para que se lo explicara con detalle. Fue sólo el primer paso de algo que hubiera tenido una continuación extraordinaria de haber continuado el PP en el Gobierno.

- —¿Usted prefiere pactar con la derecha antes que con la izquierda?- —Me parecería ridículo tener que militar en un lado u otro para ejercer mi profesión. Mi trabajo es luchar por los intereses de mis escritores, e intento hacerlo de forma eficaz, al margen de su color político. En España se politiza todo.

- —El sistema de premios literarios en España sufre una crisis de credibilidad. Se dice que las agentes tienen parte de culpa, negociando bajo la mesa quién se va a llevar tal o cual premio.- —Hay que distinguir, primero, dos tipos de premios: los institucionales y los comerciales. Los institucionales (el Nobel, el Cervantes, el Príncipe de Asturias, el Nacional) gozan de gran prestigio, y todos desean conseguirlos. La clave para ello es ser reconocido por los jurados de las instituciones que los conceden. Quienes ejercen ese poder son personas que se han ganado a pulso su prestigio, y hacen uso de su influencia protegiendo, lógicamente, a aquellos candidatos que les son afines.

- —¿Y los premios comerciales, como el Planeta, el Alfaguara, el Nadal, el Herralde…?- —Todo el mundo los critica, sin conocer su funcionamiento.

- —Explíquemelo usted…- —En España se da la situación insólita de que hay miles, porque cada editorial concede el suyo, cuando no varios. Cada premio tiene una dotación económica, a cuenta de las futuras ventas del libro. Tienen la enorme ventaja, para la editorial, de que el premio ocupa un número de páginas importante en la prensa y espacios en todas las televisoras y radios, que tienen mucha más eficacia que los anuncios, ya que la publicidad de un libro tiene muy poca repercusión sobre sus ventas y es tan cara que un solo título no puede soportar su coste.

- —Pero ¿cómo funciona el mecanismo de esos premios?- —Transcurrido un tiempo desde la publicación de las bases, si la editorial no ha encontrado ningún título que le plazca, se dedica a cortejar a los escritores que cree ideales para ganar. A veces se acercan a un escritor de otra editorial, lo que algunos consideran un acto de pillaje, aunque para mí es legítimo.

- —Así, ¿son las editoriales las que buscan un ganador?- —En realidad, los directores literarios nunca garantizan el premio, hay que decirlo en su honor. Ellos están segurísimos de que el autor al que abordan lo ganará, pero no lo garantizan explícitamente, dejan la decisión en manos del jurado. Una práctica habitual es decir: “Te compramos la novela por una cantidad que es la mitad de la dotación del premio. Si pierdes, te la publicamos pagándote ese dinero. Y si ganas, ganarás el doble”.

- —Siempre ha estado tan segura de sí misma.- —Le voy a hacer una confesión: no me siento parte de nada, ni de la “gauche divine” ni de nada. Eso ha sido un motivo de gran inseguridad y angustia toda mi vida, como el creer que no estaba a la altura intelectual de mi entorno.

- —¿Detrás de toda gran mujer hay un gran hombre?- —Mi marido tiene un ojo extraordinario. Me han servido de mucho sus consejos a la hora de embarcarme en proyectos hiperbólicos. ¿Sabe por qué? Porque él los encuentra todos mal, y claro, acierta bastante (risas). En serio, gracias a Dios que, mientras yo montaba la agencia, él tenía empleo y podíamos vivir de su sueldo.

- —¿Cómo ha compatibilizado su condición de madre con su carrera profesional?- —Mal. Una carrera profesional no es compatible con la maternidad. Para mí, una carrera es tener disponibilidad las 24 horas del día, y la maternidad, hasta los cuatro años, lo mismo. Si usted es burócrata o funcionario, es más sencillo tener niños: no le despedirán nunca y hay facilidades para escaquearse. Cuando nació mi hijo, en 1964, lo tomé fuertemente en mis brazos y me dije: “Carmen, no tendrás más hijos”, primero porque no quiero dividir el amor hacia este hijo con nadie, y segundo, porque tampoco creí que pudiera darle una educación excelente. Entonces ya tenía la agencia, pero vivía del sueldo de mi marido. Y me lancé de cabeza y patas al trabajo. Los otros (mi marido y mi hijo) se adaptaron.

- —Ahora vive en el piso de arriba de su agencia, en una perfecta fusión trabajo-vida privada.- —Me vine a vivir aquí en 1991 o 1992, cuando mi hijo ya se había casado, porque yo llegaba a las 11 de la noche, entraba en la cocina, abría la nevera y me encontraba siempre un plato de macarrones fríos que recalentaba. La vuelta a casa para mí se simboliza en aquellos macarrones fríos, y una mesa individual, con un cubierto y un plato, y mi marido durmiendo como un tronco. Todo el mundo estuvo en contra de que viniera a vivir aquí, encima de la agencia, toda mi familia. Pero lo hice, y los 90 han sido unos años de gran creatividad y confort.

- —¿Y la de los 2000?- —En el 2000 cumplí 70 años, recibí la Medalla del Mérito Cultural y me sentí obligada a retirarme. Cumplí mi sueño de tener una casa frente al paisaje de mi infancia y, si debo ser sincera, en 2001 fui feliz por primera vez en mi vida. Jugué a casitas: compraba casas viejas, las reconstruía, me peleé cuerpo a cuerpo con toda la familia, que se oponía a ello, incluso mi marido hablaba de “demencia senil”. Hoy entiendo y sufro sus razones.

- —¿Qué siente cuando mira a su alrededor, al mundo de la edición?- —La impresión es muy buena. La compraventa de editoriales es constante y seguirá, con los grandes grupos abriendo un amplísimo espectro o, para ser más gráficos, abarcando la totalidad de la cultura. Casi todos ganan dinero. Veo a las editoriales pequeñas esperando crecer, y a las minúsculas, creando un modelo o una línea lo más definida posible para que los lectores se identifiquen con ellos. La complicación es la librería, que se vuelve más grande, y las editoriales pequeñas acabarán vendiendo sus libros los domingos a la salida de misa de 11, por internet, en pequeños clubs de suscriptores…, pero siempre de manera difícil. No se olvide de que vivimos plenamente en la era digital. El cambio es y será brutal.

- —Si ahora se declarara un incendio, ¿qué libros salvaría de esta casa?- —Poco a poco, iría agarrando todo lo valioso, y empezaría por Platón.

(c) La Vanguardia y Claríntexto
extraido de http://luchadores.wordpress.com/

CB

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viernes, 20 de julio de 2007

ENTREVISTA A PATRICIA PEREZ, Dirigente de la Comunidad Internacional de Mujeres viviendo con VIH/Sida (ICW) y candidata al Premio Nobel de la Paz.



“El machismo es una enorme traba en la lucha contra el Sida”

Por Verónica Díaz

Es la primera mujer seropositiva candidata al Premio Nobel de la Paz por su trabajo en la Secretaría para América Latina y el Caribe de la Comunidad Internacional de Mujeres Viviendo con VIH (ICW). Argentina, profesora y madre de un hijo, ve en esta nominación una oportunidad única para “hablar del Sida en todo el mundo” y abrir espacios de protección para las mujeres portadoras del virus.

Fue diagnosticada con VIH hace mas de veinte años, cuando recién se comenzaba a tener noticias de la enfermedad, pero en lugar de paralizarla el dolor y el miedo, decidió fundar en Ámsterdam, junto con otras cincuenta mujeres seropositivas, la ICW. Hoy es una de las cinco sobrevivientes creadoras de esta organización, secretaria de su filial Latinoamericana y una de las voces con más experiencia en la lucha contra el HIV/Sida.


-¿Cuál es el perfil general de las portadoras de VIH en América Latina y qué las diferencia de otras regiones del mundo?
El rostro actual del SIDA en todos los países es: Mujer joven de hasta 25/27 años, pobre, de escasa instrucción educativa. Una de las diferencias regionales es que se le suma una acentuada cultura machista prejuiciosa sobre la "moral" de la infección. Por ello ICW Latina ha comenzado junto a UNICEF un trabajo con niñas y adolescentes con VIH o SIDA para completar el abanico de defensa de las vulnerabilidades del segmento.

-Estudios han mostrado que la mayoría de las mujeres portadoras del VIH en Latinoamérica son casadas o con pareja estable. ¿Cómo se pueden abordar programas de prevención en mujeres que creen estar protegidas porque desconocen la infidelidad de sus parejas? ¿Cómo “empoderar” a las mujeres en este sentido?
Sean o no parejas estables, casadas o con parejas ocasionales, el mayor problema es la casi nula posibilidad de negociación con los terceros en cuestión, sobre el uso del preservativo o de otras técnicas que eviten la transmisión. Los Estados de la región eluden mayoritariamente referirse a estos temas en los escasos programas de prevención que hay en funcionamiento. Si no sinceramos la situación, la epidemia gana la partida. Las mujeres tienen una opción de empoderamiento y es organizarse tras la defensa de sus Derechos. ICW Latina las apoya en 20 países de la región, comuníquense con nosotras a www.icwlatina.org

-¿Cuáles son los principales desafíos de la ICW latina?
Llegar a todos los rincones de América Latina y el Caribe donde haya una niña, adolescente o mujer positiva que esté necesitando sentir que no está sola. Sentar a nuestras dirigentes en las mesas de toma de decisiones en los países y en cada localidad de nuestra querida América Morena.

-¿Cuál es el mayor error en el combate al VIH en América Latina?
Los gobiernos y agencias multilaterales dicen todo el tiempo lo "políticamente correcto", necesitamos decir las cosas como son: en la región hay más de dos millones de infectados notificados, pero nadie sabe cuantos somos en realidad. Sin una respuesta social organizada entre Estado y Sociedad Civil, sincera y francamente establecida, seguiremos en el error que terminará por darle, lamentablemente, la razón al presagio de don Nelson Mandela, que en la Conferencia de Tailandia nos dijo a todos que si no nos unimos, el SIDA hace correr peligro de desaparición de la especie humana.

-¿Qué país o países de Latinoamérica presentan los mayores problemas en relación a establecer medidas de prevención y protección a las mujeres con VIH/Sida? Qué países los mayores avances? ¿Se puede decir que existe en este tema una relación proporcional entre países con mayor grado de desarrollo y, en consecuencia, mayor protección a las mujeres con VIH?
No es un problema de desarrollo en términos de PIB, ya que México entonces debería ser un ejemplo al respecto. Pero, más allá de los esfuerzos del PNS local, México tiene los mismos inconvenientes que el resto: discriminación, estigma y machismo, que son enormes trabas para la tarea de prevención, sumadas a las actitudes no siempre aconsejables de la mirada religiosa sobre el tema de los métodos científicamente comprobados de prevención que muchas congregaciones religiosas no aceptan.

-A nivel internacional existen diversos instrumentos legales de protección a mujeres con VIH y ratificadas por los estados Latinoamericanos, pero vemos que los estados adoptan estas normas muchas veces sin tener el interés y la capacidad para cumplirlas. ¿No hace falta en este sentido una mayor presencia y presión de la sociedad civil para socializar a los gobiernos a cumplir con sus compromisos?
Volvemos a la hipocresía de hacer lo "políticamente correcto" y con ello creer que se solucionan los problemas. ICW Latina e ICW Mundial, son instrumentos creados, entre otras tareas, para ejercer esa presencia que usted advierte como faltante.

-¿Cómo luchar contra la discriminación de mujeres con VIH si, por ejemplo, las propias políticas de salud no tienen perspectivas de género?
Abriendo los espacios en las mesas donde se discuten las políticas estratégicas. Mi gestión al frente de la Secretaría Regional de ICW Latina, tiene como meta que, al concluirla en el 2008, haya muchos países donde nuestras Dirigentes de ICW locales, sean integrantes de mesas estratégicas de elaboración de políticas del sector

-¿Qué representa para ti ser la primera mujer con VIH que aspira al premio Nóbel de la Paz?
Una enorme oportunidad para hablar del SIDA en todo el mundo. Junto a las 8500 mujeres que conformamos la membresía de ICW en todos los continentes, estamos empeñadas en una Campaña Mundial para lograr que Naciones Unidas declare el Día Mundial de la Paz como oportunidad para detener el SIDA, y cada 27 de junio se realicen actividades al respecto. Ese día del año 2001 se firmó la Declaración de Naciones Unidas contra el SIDA.

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martes, 10 de julio de 2007

"Madres de Gay en Acción"

La iniciativa de "Madres de Gay en Acción" nació de un grupo de cuatro mujeres en Valparaíso, Chile. Al conocer está iniciativa, nos pareció de sumo interés difundir está interesante experiencia, como un ejemplo concreto de como las mujeres (y madres) son capaces de organizarse y romper con las creencias de una sociedad que discrima y subvalora la diferencia. ¿Una muestra de de amor? ¿Una mirada abierta desde la propia experiencia?

Para saber más de la labor que realizan, las ideas que defienden y difunden, contactamos a Inés Loyola, vocera del grupo quien contestó a las siguientes preguntas:

¿Cómo nace la iniciativa de Madres de Gay en Acción?¿Cómo os llegáis a reunir con otras mujeres con la misma inquietud?

Surge de manera espontánea, cuando nos damos cuenta de que no debíamos esconder la realidad de nuestros hijos; creemos en la visibilidad de los gay en la sociedad y su completa inclusión.


Ciertamente la homosexualidad en Europa es un tema cotidiano que no representa mayor inconveniente para la sociedad, pero sabemos que en Chile es muy diferente… ¿Cómo hacen para abrir un camino de tolerancia?

Mostramos a la sociedad el amor, apoyo y compañía que brindamos a nuestros hijos gay.


¿Cómo rompen con tantos mitos y discriminación?

Difundiendo información acerca del tema y abocando por la tolerancia de los gay.


¿Qué actividades concretas realizan?

Participamos en distintas instancias para difundir las actividades que realizamos en ACCIONGAY: reuniones políticas, para gestionar distintos proyectos legislativos que garanticen cualquier forma de discriminación por orientación sexual y para que se otorgue a las parejas gay la ciudadanía plena.


¿Cuáles son vuestras principales inquietudes u objetivos?¿Qué demandas crees necesarias para los derechos de los homosexuales en un país como Chile?

Nuestro objetivo y demanda es que se otorgue la ciudadanía plena.


¿Cómo definirías la reacción del medio social frente a vuestra organización?

Existe mucha curiosidad y expectativas por lo logros alcanzados.


¿ Crees tú que la mujer, en su rol materno, juega un papel fundamental en la aceptación familiar y en el hecho de qué su hijo o hija viva plenamente su homosexualidad?

Sí, es sumamente importante el rol de la madre para que se logre la aceptación familiar de los gay.


¿Qué opinión te merece aquellos homosexuales que viven una doble vida?, es decir, que tienen una familia constituida al modo que manda la sociedad cristiana-occidental, a pesar de su ORIENTACIÓN sexual… vislumbras razones para ello.

Se debe a una formación generacional familiar en la que existen muchos prejuicios, por lo cual homosexuales reprimen su naturaleza, es decir, su orientación sexual.


¿Qué le dirías a unos padres que están en el proceso de conocer la homosexualidad de su hijo o hija? Consejos?...

Que se informen y tengan tino, suavidad y mucho amor para así lograr una mayor comunicación y entendimiento.


Para aquellas personas que estén pasando por un momento difícil al conocer la homosexualidad de su hijo o hija… ¿Cómo pueden contactarlas? ¿Qué tipo de ayuda encontrarán?

Nuestro programa de ACCIONGAY cuenta con un correo: madresdegay@acciongay.cl Apoyo y orientación en el tema.


¿Tenéis proyectos a futuro?

Proyectos a futuro talleres a madres, padres y familiares de gay y la marcha por el orgullo gay.


Quisiera saber ¿Cómo comenzó su experiencia de vida con un hijo gay?

Nuestra experiencia es similar a la de muchas madres en igual situación, pero con la diferencia que nosotras queremos hacernos visibles para que nuestra lucha sea sólida.


¿Y cómo enfrentan la sociedad Chilena?

Creemos en la visibilización social de nuestros hijos gay. Su rol en la sociedad y su ciudadanía plena: mismos derechos y obligaciones heterosexuales.

Los gay no están solos. Somos una familia.


¿Quieres agregar algo más?

Hacerles una invitación a que se sigan comunicando con nosotras para intercambiar ideas y experiencias al correo que ya conocen.


ICh

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viernes, 6 de julio de 2007

LEONOR E. A. WALKER: LOS HOMBRES DEPENDEN DE LAS MUJERES


Fuente: Núria Navarro. El Periódico de Catalunya

Leonor E. A. Walker, directora del Domestic Violence Institute, describió en 1978 el patrón que siguen los maltratadores. A saber: tensión en aumento, abuso, contrición. La psicóloga norteamericana, que intervino en el seminario Violència vers les dones: recuperació i creences, organizado por el departamento de Psicología de la UB, lo bautizó como el ciclo de la violencia.

¿Todos los maltratadores siguen la misma pauta?
--Todos siguen el ciclo de la violencia. Tensión. Incidente. Contrición amorosa. Siempre funciona así.

Usted descubrió ese patrón en los años 70. ¡Estamos en la era digital!
--Mire, en EEUU, las mujeres ganan 69 centavos por cada dólar que gana un hombre. ¡Eso no ha cambiado desde los años 70! Pero también tengo buenas noticias, ¿eh?

Delas, delas.
--Mueren menos mujeres que antes.

En el 2006, murieron 91 españolas.
--Una cifra alta. Aun así, el sistema de justicia criminal está resultando útil. Pero hace falta algo más que jueces y tribunales.

¿Algo como qué?
--Soy fan de las Pink Ladies, un grupo de japonesas que se presentan en el trabajo del maltratador. Son una especie de cobradoras del frac. Hacen lo imposible para que el supervisor les dé el sueldo del maltratador y se lo entregan a su mujer. Mientras dure el maltrato, no hay sueldo.

¿Eso no les enfurece más?
--Es probable, pero el hombre no puede hacer nada.

¿La propensión a maltratar viene marcada en los genes?
--Yo diría que es conductual. Pero los hombres tienen mayor propensión a emplear la violencia cuando están ante una situación de estrés. Hemos visto, por ejemplo, que las niñas expuestas a la violencia tienen más probabilidades de emplear la violencia y al mismo tiempo de sufrir abusos durante la adolescencia. Pero también sabemos que, a los 20 años, cuando se desarrolla el control de la impulsividad, esa tendencia desaparece. En los chicos, no.

Muchos hijos de maltratadores maltratan. ¿Tiene lógica?
--Sí. Si un niño ve a su padre golpear a su madre, tiene 700 veces más probabilidades de ser un agresor. El niño ve que el método funciona. Pero, ¿sabía que el 60% de los hombres que abusan de la mujer también maltratan a los hijos?

No. ¿Por eso es partidaria de no otorgar la custodia compartida?
--Entre otras cosas. El padre utiliza a los hijos para seguir abusando de la madre. ¡Es peligroso para el niño!

También hay madres que emponzoñan la imagen del padre.
--¡Yo no mezclaría las cosas! El trauma que queda en las mujeres es parecido al de una guerra, al de un accidente aéreo... Sufren síndrome de estrés postraumático. Su cabeza no deja de pensar en la repetición de la violencia. Le aseguro que no es lo mismo, no.

Si es así, cuesta entender que haya mujeres que vuelven con ellos.

--Cualquier mujer maltratada quiere que deje de ser violento y vuelva a ser el hombre maravilloso del que se enamoró. Hay un vínculo de amor muy intenso. ¡Ese es el problema!

Ante la primera señal de alarma, ¿qué hay que hacer?
--La primera vez debes decirle al hombre que eso no puede ocurrir nunca más o, de lo contrario, te irás.

Ya, pero cuando hay hijos...
--Normalmente, la primera vez ocurre cuando no hay hijos. El primer maltrato se suele producir cuando el hombre entiende que has firmado con él un compromiso

¿Qué tipo de compromiso?
--Puede ser la primera vez que tienes con él relaciones sexuales, cuando dices a todo el mundo que te vas a casar con él, cuando te casas... El problema es que las mujeres perdonan. Lo justifican. "Es inseguro", "tiene celos", "cree que estoy flirteando con otro". Y piensan: "Cuando nos casemos, todo funcionará bien". Pero no es así.

¿Qué lección deben aprender los hombres cuanto antes?
--Deben aprender a controlar su poder sin controlar a las mujeres.

¿Me lo explica?
--Los hombres dependen de las mujeres. Las necesitan para que les hagan la comida, los elogien, los acaricien, les digan "pobrecitos"... Hasta que los hombres no se hagan cargo de sus propias emociones, nada cambiará.

Oiga, ¿el maltratador se rehabilita?
--El 40% de los maltratadores no se pueden rehabilitar. Muchos son alcohólicos o toxicómanos. Sufren depresión, paranoia, delirios, esquizofrenia. Y hay sociópatas a los que el tratamiento hace más violentos...

¿Entonces?
--Si no hay tratamiento posible, deben ir a la cárcel, porque, de lo contrario, reinciden.

jm

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lunes, 25 de junio de 2007

VANDANA SHIVA, ECOFEMINISTA

NO HAY OTRA LIBERTAD QUE LA RESISTENCIA PASIVA

Fuente: Núria Navarro. El periódico de Cataluña
Foto: blocs.mesvilaweb.cat

Vandana Shiva, la física cuántica que se convirtió en ecofeminista por mandato de su conciencia, lleva un círculo de color burdeos en la frente. Explica que el cosmos se puede crear a partir de un punto. Y ahí está ella, insistiendo en que desde lo local se puede salvar al agónico mundo. Lo repitió ayer en el primer Encuentro Internacional de los Amigos de los Árboles, donde ha compartido podio con el converso Al Gore.

--Dice usted que la Tierra sobrevivirá gracias a las mujeres.
--Así es.-

¿Condoleezza Rice cuenta?
--Rice es una extensión de Bush. Y yo hablo de mujeres que son una extensión genuina de la Tierra. Mujeres que pueden enseñar al hombre que el mundo no es un mercado financiero, que el poder no debe ser para destruir, sino para conservar y regenerar. Hoy estamos al borde de la extinción, y la solución llegará por la habilidad femenina para vivir una vida de amor, apasionada.

--Eso quizá es fácil en pequeñas comunidades indias, pero aquí...
--¡En esas pequeñas comunidades no es nada fácil! Unos 150.000 granjeros se han suicidado en la India por no poder pagar las semillas. Eso significa que hay 150.000 viudas. Pese a ser las que más sufren cuando les quitan las tierras, son las que más desean un cambio. Y ese cambio se está dando en la Toscana, donde se empieza a defender la biodiversidad.

--¿Toscana, Italia?
--Sí. Yo presido una comisión sobre el futuro de los alimentos, y hemos firmado un acuerdo con 45 gobiernos regionales europeos para que los agricultores se mantengan libres de transgénicos. ¡El futuro de la agricultura son las pequeñas granjeras!

--Y los hombres, ¿qué?
--Yo les invito a ser más femeninos. Más ecofeministas, ja, ja. Hay que cambiar la economía del dinero por la de la naturaleza. Cuando en 1977 nos abrazamos a los árboles para evitar su tala, nos dijeron que frenábamos la economía y contestamos que el producto primero no era el dinero, sino el agua, la tierra y el aire puro. Han tenido que pasar años hasta que, con el cambio climático, empiecen a entender que los árboles son la primera línea de defensa.


--Siga con su estrategia de defensa...
--Se nos ha hecho creer que nuestro único objetivo es consumir y consumir. Tenemos que ser creadores, productores. Y eso significa que tenemos que ser granjeros de nuevo.

--¿Todos?
--Ser granjeros de nuevo significa estar conectados a la tierra. Cada vez que comemos una patata tenemos que ser conscientes de lo que le ha costado a la tierra producirla.

--Complicada ingesta esa.
--Eso evitaría añadir a la tierra la carga adicional de productos químicos... En la primera línea de los alimentos, hay que potenciar lo local. Mientras compremos en el súper cualquier cosa, le pondremos kiló- metros encima y agravaremos el cambio climático.

--¿Ha dicho kilómetros?
--¡No puedes hacer volar tomates y lechugas alrededor del mundo y que la salud del planeta no lo acuse! La globalización es la principal causa del cambio climático. Cuantos más productos autóctonos consumamos, mejor para todos. España tiene un clima magnífico. No tiene excusa para no producir sus verduras.

--Es que el producto local es caro.
--Cierto. La solución pasa por el cambio de las reglas del comercio, de modo que lo local no esté penalizado. En la India intentan prohibir la comida en las calles, por ejemplo. Y nosotros optamos por la resistencia pasiva, la satyagraha de Gandhi. Lo hacemos con el agua, con las semillas, con los alimentos. Proteger la vida es proteger lo local.

--¿Usted se reconoce como una resistente?
--¡No hay otra libertad en nuestro tiempo que la resistencia pasiva! Si no la hubiéramos hecho contra el monopolio de las semillas, hoy no tendríamos ninguna semilla, porque las controlaría todas Monsanto. Si no hubiéramos resistido, estaríamos robando el agua al sagrado Ganges o comprándosela a una compañía francesa...

--¿Qué precio personal ha pagado por tanto resistir?
--A mí me han marginado y ninguneado. Se me han cerrado puertas. Acaso pude haber sido ministra y no lo he sido... Pero, sirviendo a la naturaleza y a la gente, me siento viviendo en la verdad. Habría pagado un precio más caro si no me hubiera comprometido con mi conciencia.

--Ya que está aquí, en Europa, aféenos la conducta.
--Europa se está volviendo avariciosa. Está exportando su contaminación al tercer mundo. Inglaterra va diciendo que solo es responsable del 2% de las emisiones. ¡Todas las compañías británicas están en la India y en China! No es nada ético externalizar la contaminación y hacer que los pobres tengan que soportar su basura. Una mejor vida en una parte significa destrucción en la otra. ¡Y somos una familia!
JM

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viernes, 25 de mayo de 2007

LHASA


Una de las cosas que más disfrutaba de los “días de radio” de las hijas, era la programación musical. Teníamos la oportunidad de compartir la música que nos gustaba y conocer también nuevos sonidos y voces que alguna de las hijas descubría por ahí. Y en esta etapa, una que se convirtió en habituel del programa es Lhasa de Sela; una voz sobrecogedora e histriónica, una mezcla de culturas con un resultado soberbio en elegancia y emoción… Su primer álbum “La llorona” nos acompañó como visita estelar en nuestro programa de radio, dando el toque sublime a la conversación. No hemos tenido oportunidad de entrevistarla personalmente, (espero que tengamos pronto ocasión) pero como vale la pena saber más de ella, reproducimos aquí una entrevista que dio a Urbanitas con comentarios de su biografía extraídos de Murciarock.

Sus padres eran hippies. Ella estadounidense, él mexicano; ella fotógrafa, él escritor. Lhasa nació en el pequeño pueblo de Big Indian, en los montes Catskill del estado de Nueva York, pero prontó comenzó su intensa relación con el camino. El mismo que titulará su segundo álbum como "The living road". Y es que sus padres, en desacuerdo con el sistema de vida estándar, compraron un autobús escolar y anduvieron recorriendo las fronteras de México, Estados Unidos y Canadá, guiándose por la magia de la vida, durante siete años. Lhasa no fue al colegio, pero en su casa rodante aprendía continuamente: se leía mucho, la música sonaba con asiduidad, pintaban con frecuencia y no veían televisión.

A los trece años, viviendo en San Francisco, comenzó a cantar jazz. Seis años más tarde en Montreal, se producirá su encuentro decisivo con el guitarrista y realizador Yves Desrosiers. Pasarán un tiempo actuando en pequeños locales antes de comenzar a dar forma a "La llorona", el debut discográfico de Lhasa, cantado íntegramente en español.

El disco vio la luz en 1997 y obtuvo un notable reconocimiento, a menudo aderezado en los comentarios hacia su autora por calificativos como sorprendente, único, cautivador, extraño o personal. Además de algún galardón, el álbum vendió bien en Estados Unidos, Canadá (110.000 copias, disco de platino) y particularmente en Francia, donde obtuvo un triple disco de oro por sus más de 300.000 ejemplares despachados. Lejanos quedaron los días en que cantaba en cafés y bares, muchas veces, teniendo que lavar platos en restaurantes para poder sufragar los gastos; "hay que aceptar que la vida es así: unas veces estamos arriba, otras abajo. La vida es dramática, pero llegó un momento en que me di cuenta que ya no quería sufrir y que si seguía en ese camino podía llegar a matarme, por eso luché con la finalidad de estar bien. Ahora veo que esta es una lucha de todos los días".

¿Dolor y sufrimiento es lo mismo?
No. El dolor es algo que pasa; el sufrimiento es cuando agarramos al dolor y lo gozamos (risas).
Ahora ríe. Y mucho. Prefiere disfrutar de la vida. Su tristeza se ha convertido en una rosa que abre sus pétalos a los rayos del sol. Ya no le quema la incertidumbre paralizante de no saber cómo va a responder a la idea/sentimiento del amor: "Ahora sé que siempre te va a destruir; no hay salvación. Por eso ahora me entrego a él... He sufrido mucho en mi vida; antes era muy melancólica, pero ahora ya he aprendido a vivir con menos dolor".


Esta mujer, de aproximadamente 1.60 metros de estatura, mirada embrujante, cabello castaño, piel blanca y que tiene cierto parecido físico con la cantante islandesa Björk, una vez llegó a pensar en el suicidio para aliviar tantos dolores existenciales que le aquejaban. "Es más fácil ser infeliz que feliz y como he sufrido bastante en mi vida, el perfume de belleza de la tristeza se ha quedado en mí de manera indeleble, no lo tengo que trabajar; está allí".

¿Usas el dolor y el sufrimiento para componer o ellos te usan para expresarse? (Risas) Escribir es muy difícil para mí y muchas veces he tenido que estar muy deprimida y no tener otra salida que escribir; sin embargo, ahora estoy aprendiendo a abrir esta puerta sin estar en el fondo del abismo y sin saber qué hacer. Para muchos artistas, el dolor es un catalizador necesario que los empuja. Ahora mismo, no considero que deba ser así; eso es un mito. Para mi hay otros elementos. En definitiva, el dolor y el sufrimiento me usan.
(Saca un cajetilla de cigarros de su bolso. Toma uno. Se da todo el tiempo del mundo para encenderlo. Le da una bocanada a su tabaco y prosigue) "Para mí, escribir una canción es ante todo tratar de decir la verdad, cuando siento algo que me causa incomodidad. Cuando trato de entender qué me esta causando problemas dentro de mi cuerpo, eso escribo y canto.

¿Para ti qué es el amor? (Silencio. Vuelve a fumar y ataja)
Me queda claro que el amor no es un tango. Antes quería vivirlo de esta forma porque pensaba que debía ser así, pero ahora es muy sencillo. Menos desesperado y peligroso.

¿Cómo vives el rito mágico de subir al escenario y cuando el monstruo de los mil ojos canta tus rolas y te vitorea? Bueno, el escenario, como dices, es mágico y cada gesto tiene un impacto por eso me entrego a todo lo que tengo y muchas veces lamento no poder dar más, no poder llegar más lejos de mis posibilidades para complacer el cariño que el público me entrega. He visto espectáculos donde el cantante da su música de una forma egoísta: daba y luego quitaba. Pero alguien que da su música de corazón y que deja abrir su intimidad vuelve el escenario en un espacio espiritual, chamánico, donde lo material y lo espiritual se yuxtaponen.

Ahora que sectores más amplios te conocen ¿no extrañas tu intimidad, la soledad con tus hermanas, el anonimato? ¿Volverás a exiliarte? Es que después del gran éxito que obtuviste con La llorona huiste prácticamente hacia Francia para sacudirte de los elogios de la prensa canadiense. Mira, cuando comencé a dar conciertos tenía un sentimiento de culpa por atraer tanto la atención de la gente; me sentía muy incómoda, no sabía qué hacer. Sin embargo, un día me di cuenta de que era una cantante y eso es lo que hace un artista: atrapar la atención y dar su arte a la gente. Puedo ejemplificar así mi modo de ver las cosas: una flor no se va a esconder por ser la más bella y la de esencia más profunda. Lo que he vivido en la música es casi un milagro: he hecho mi camino exactamente como yo quiero hacerlo, sin atarme a compromisos y aprendiendo, desde luego, de los errores.

Respecto de su vinculo con México asegura: "No soy mexicana pero tengo algo en mi alma de ello que nunca va a desaparecer y esto me ha alimentado en mi música y en la vida. Cuando estaba en México me sentía gringa, pero cuando estaba en Estados Unidos me sentía mexicana y por eso hablaba español".
CB

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viernes, 13 de abril de 2007

ENTREVISTA A Rachel Millward, directora de BEV


“En el cine las mujeres nutren la creatividad de los hombres”


Entrevista de Verónica Díaz Cerda.



Consumimos más películas que nunca, pero hay un cine que aún no miramos. O que al menos, escasamente hemos alcanzado a observar. Dominado por hombres, como casi todas las industrias, el séptimo arte ha contribuido a reproducir historias y roles patriarcales desde el genial invento de los hermanos Lumière.

Sólo el siete por ciento de las mujeres que trabajan en la industria cinematográfica a nivel mundial son directoras. Una cifra alarmante si se considera que el cine, junto con la televisión, constituye el medio de difusión de ideas más influyente en una sociedad cada vez más globalizada y mediática. Perpetuando valores condicionados por el mercado, la pantalla ha silenciado voces y negado rostros femeninos.

“No es fácil para las mujeres cambiar este escenario de un día para otro”, dice Rachel Millward, co-fundadora y directora de Birds Eye View (BEV), una compañía británica que tiene como objetivo promover el trabajo de cineastas mujeres en un medio machista y que sería digna de imitar en Latinoamérica. Conscientes del poder del séptimo arte a la hora de fomentar valores y actitudes de vida, Millward –junto al equipo de mujeres que trabaja para BEV- produce anualmente el único festival de cine para mujeres que existe en Reino Unido, donde participan realizaciones de directoras de todo el mundo y convoca a talleres de estudio cinematográfico. Con sólo cinco años de existencia (Millward creó la compañía cuando tenía apenas 25 años), BEV se ha convertido en una reconocida plataforma de representación de cineastas que, de otra manera, no tendrían las herramientas suficientes para abrirse paso en una industria de códigos masculinos.


¿Cómo explicas la contradicción en la existencia de sólo siete por ciento de mujeres cineastas cuando más del cincuenta por ciento de la audiencia son precisamente mujeres?

Hay demasiadas industrias en las que las mujeres son una minoría alarmante. En cualquier empresa no verás muchas mujeres. No es sólo el cine…estamos apenas comenzando –supuestamente- un período de más igualdad. La división de género es todavía enorme en todas las sociedades. Así que para entender la falta de mujeres en el cine tenemos que ser realistas sobre el contexto en que nos encontramos. El cine históricamente, como la mayoría de las profesiones, ha sido hecho por hombres y toma tiempo cambiarlo. La mayoría de los equipos son hechos por hombres y a algunos no les gusta ser dirigidos por mujeres. La cantidad de tiempo y dinero que cuesta hacer una película…los directores tienen que convencer a un montón de gente que su visión es lo suficientemente fuerte. Los directores tienen que venderse bien y ser obsesivos. Las mujeres a veces no son incentivadas a hacerlo. Es muy difícil combinar la crianza de niños con hacer películas, tomando en cuenta el horario y la inestabilidad de este trabajo. Es más fácil para las mujeres trabajar en papeles de producción, donde están mejor representadas, porque existe más seguridad ahí y porque hay un rol “femenino” de organizar y nutrir la creatividad de alguien más, en vez de asegurar la tuya.


¿Crees que existe una percepción generalizada de que las mujeres cineastas no realizan películas comerciales y eso puede explicar su distanciamiento de la industria cinematográfica?

Bueno, Bridget Jones y Quiero ser como Beckham han sido probablemente las películas más comerciales de la última década en el Reino Unido y ambas fueron dirigidas por mujeres, pero existe la idea de que las mujeres nos estancamos con dramas o “chick flicks” (término peyorativo que significa algo así como películas para mujeres), porque somos buenas en cosas emocionales. Me pregunto si es verdad que las mujeres no pensamos comercialmente, ¿por qué no lo haríamos? ¿Estamos acaso avergonzadas de salir a buscar dinero y tener un gran sentido del negocio? Esa es realmente la forma de salir adelante en la industria del cine, con sentido para el negocio, combinado con una excelente creatividad y talento, por supuesto.

¿Cuáles son los principales problemas para las mujeres que actualmente están trabajando en la industria del cine?

Creo que es importante no ver a la industria cinematográfica como un lugar de prejuicios. Nadie está en contra de las mujeres cineastas. Sucede simplemente que en términos prácticos en bastante difícil para las mujeres romper con este escenario donde los hombres son mayoría. Si existieran más mujeres que trataran de romper con este contexto, se abrirían más espacios.

De acuerdo a las experiencias de mujeres cineastas que has recogido en el festival, ¿existe algún país donde las mujeres tengan una presencia importante en la industria cinematográfica o al menos algún país que sea menos sexista en esos términos?

Hmmm…Irán es un caso interesante. El gobierno financia a las mujeres directoras de cine, según lo que me ha contado Ensieh Shah Hosseini, realizadora de la película “Good Bye, Life” (Adiós Vida), ganadora en nuestro último festival. En todo caso, es una táctica del gobierno para hacer creer que promueven los derechos de las mujeres. Pero curiosamente las películas que las mujeres realizan allá son la mayoría de las veces sobre la falta de derechos. También hay que mencionar el caso de Nueva Zelanda, donde hay más mujeres venciendo barreras, tal vez debido a que tienen a Jane Campion (directora de la premiada película El Piano) como modelo. Creo que es importante para las mujeres cineastas tener un modelo a quien imitar.

Entonces ¿cómo puede ser corregida la falta de presencia de mujeres en el cine?

En pocas palabras, con un montón de incentivos y entrenamiento especializado.

En ese sentido, ¿qué efectos concretos ha tenido el festival que diriges en promocionar el trabajo de las mujeres cineastas y corregir su falta de representación en la industria del cine?

Estamos creando modelos de rol. Inspira a las mujeres ver a alguien como ellas haciendo algo que realmente quieren hacer. Eso es muy importante. Hattie Dalton hizo The Banker en el 2005 y ganó un BAFTA (el Oscar británico) con su película. Me contó más tarde que el gran empuje para avanzar y realizar la película fue estar en un evento de BEV. Le dio el incentivo que necesitaba. También estamos ofreciendo entrenamiento para mujeres cineastas emergentes. Este año el festival realizó diversos talleres de escritura de guiones, “pitching” (breve entrevista en que un guionista le cuenta a un productor su idea para una película), autopromoción., etc. También realizamos charlas en colegios para concienciar sobre la importancia de tener más mujeres en el cine.

¿Hasta qué punto tus estudios de género y desarrollo realizados en Ciudad del Cabo fueron decisivos a la hora de crear esta plataforma para mujeres cineastas?

Probablemente más de lo que puedo imaginarme. Estudié con doce mujeres, diez de las cuales provenían de diez países africanos diferentes. Mi perspectiva cambió completamente. Es muy distinto estudiar con personas originarias de países en vías de desarrollo en un país en vías de desarrollo, en vez de estudiar sobre la realidad de estos países en un contexto diferente. Definitivamente mi conciencia feminista despertó en Sudáfrica, me di cuenta que el género es un problema central, la mayoría de los pobres del mundo son mujeres y la solución para la pobreza en el mundo descansa precisamente en las mujeres. También me di cuenta que estaba mejor capacitada para trabajar levantando conciencias y desarrollando un puente de comunicación para las mujeres, en vez de estar trabajando en proyectos de desarrollo, como intenté originalmente. Recuerdo que una vez en Cabo Verde tuve que realizar un estudio de caso sobre Gran Bretaña y Estados Unidos en relación a políticas de género y me di cuenta que había tanto por hacer en mi país (…) Trabajando en BEV he aprendido muchísimo sobre la labor de las mujeres cineastas. Me siento afortunada de conocer tal magnitud de talento.

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sábado, 17 de marzo de 2007

ENTREVISTA A ZADIE SMITH



La nueva musa de la literatura británica


Tiene 31 años y ya es considerada una de las mejores escritoras de la nueva narrativa británica. Hija de madre jamaiquina y padre inglés, asegura que el feminismo es ‘el único ismo’ al que adhiere. Su última novela, Sobre la Belleza, ganadora del prestigioso premio Orange y posicionada en la lista de los libros más vendidos a nivel mundial, trata precisamente sobre las mujeres y las ventajas de ser mujer.

Publicamos aquí un extracto de la entrevista sostenida con la periodista Jacinta Cremades, de www.elcultural.es. (FOTOGRAFIA de John O'leary).

– ¿Cuanto tiempo le llevó la escritura de Sobre la belleza?
–Resulta muy divertido lo que tardo en escribir una novela... Al principio del libro me quedo bloqueada en las primeras 80 páginas una media de dos años. El resto, lo escribo a toda velocidad en unos cuatro meses. Lo más difícil es el principio, me puedo pasar dos años escribiendo una y otra vez las primeras 50 páginas, pero luego el proceso fluye y sé perfectamente lo que viene después. En total tardo tres años. Siempre son tres años.

-Da la impresión de que sus relatos son casi autobiográficos...
–...Pues la verdad es que no. Mi familia no puede ser más diferente a la de la novela. Una familia de clase media no puede diferenciarse más de la mía, de clase obrera, ineducada. Mi propósito en la novela es más el del voyeur. ¿Cómo sería la vida siendo estas personas? Es así como escribo y no extrayendo de mi experiencia personal. Siempre me ha interesado imaginar cómo viven los demás. Sobre todo las familias. Cómo ser un profesor, por ejemplo, es algo que desconozco absolutamente.


–En sus dos primeras novelas, Dientes blancos y El cazador de autógrafos, las mujeres apenas existen y si lo hacen no resultan muy simpáticas. Pero Sobre la belleza es un libro sobre las mujeres y las ventajas de ser mujer. Mujeres que siempre están reclamando sus tradiciones. ¿Acaso buscan su propia identidad?
–La gente siempre me dice que mis novelas son sobre la búsqueda de identidad. Pero eso no es lo que me interesa. El que algunos personajes busquen su identidad sólo les causa tristeza, no felicidad. Sería mucho mejor si cada uno viviera su vida a su manera. Verá, la gran transformación del siglo XX ha sido la liberación de la mujer. A comienzos de siglo, estas mujeres estaban a merced de algo que no podían controlar. Es una revolución que se ha llevado a cabo estos últimos sesenta años. Y otra cosa muy importante, todos estos chicos que han sido educados por estas mujeres, de los años 60 y 70, también son diferentes. Si me preguntan si animaría a una mujer de 1910 a casarse, le contestaría que no. ¡Escápate!, le diría. Pero las cosas han cambiado. Y sí, esta transformación de la mujer aparece claramente reflejada en la novela.

–Los hombres en Sobre la belleza resultan patéticos y pretenciosos.
–Si, algunos lo son, supongo. Hay hombres en la vida real que admiro enormemente. Pero sí, en esta obra los hombres no son muy agradables.

–Mientras al menos dos de sus mujeres (Kiki y Carlene) son capaces de vivir de acuerdo a sus principios, otras mujeres (Claire, Vee) intentan destruirlas… ¿Por qué?
–No lo sé. Cuando escribo no pienso mucho en todo esto. Vee es alguien bastante desagradable, pero es muy joven aún. Está convencida de que su belleza es su gran poder. Un poder que necesita y probablemente tenga razón, por el momento. Pero no la tendrá cuando cumpla 30 ó 40 ó 60 años. Si me pregunta qué pienso de las mujeres muy jóvenes, la verdad es que me parecen bastante horribles. Creen que no necesitan ser nada más que guapas. Vee no es una gran persona, pero crecerá y entonces será mejor. Pero, en realidad, ¡yo qué sé! No soy muy buena contestando preguntas (risas).

–Si Dientes blancos se desarrollaba en un ambiente urbano, Sobre la belleza lo hace en un campus universitario americano. ¿Es resultado de su año lectivo en Harvard?
–Sí. La universidad siempre ha estado presente en mi vida. O porque intentaba entrar en ella, o porque intentaba salir de ella (risas). Mi única experiencia fuera de la escritura es la universidad. La universidad cambió el curso de mi vida. Y siempre supe que un día iba a escribir una novela sobre un campus universitario. La verdad es que estoy contenta de haber realizado mi deseo a una edad temprana. Y ya no voy a escribir más sobre ello, aunque fue muy entretenido y las novelas sobre la vida universitaria brindan una gran oportunidad para la comedia.

–Quizá por eso en el libro ridiculiza la obsesión de las universidades por la teoría. De Zoor, su profesora de poesía dice que no escribiría un verso inspirado ni aunque Emily Dickinson se levantara de la tumba…
–Me encanta la teoría, pero la buena. ¡No estoy, para nada, en contra de la teoría, sino de la mala teoría! De hecho, me deprimen los argumentos antiteóricos, me parecen pueriles, pero hay una gran diferencia entre leer a Derrida y leer a Howard en Sobre la belleza. Howard no es un buen teórico, es un teórico de segunda mano. Crecí con la teoría y cuando estudiaba en la universidad formó muchas de mis ideas y aparece reflejado en mi propio trabajo como escritora. Por eso nunca he pretendido mantener una postura antiteórica. Solo quería sugerir que, a veces, las cosas que más nos gustan llegan a decaer, a gastarse al ser repetidas hasta la saciedad. Mucha de la teoría que me enseñaron durante mis años como estudiante no me sirvió para nada. Era una especie de metalenguaje que los profesores utilizaban para mantener su puesto, dar clase o escribir folios. Leer a Barthes o algún trabajo de Derrida, sobre todo de lo último que hizo, Julia Kristeva, esos son -para mí- los grandes escritores. Lo que considero material revolucionario. Pero detrás de ellos surgen unos cincuenta imitadores que ni siquiera imitan bien.

–Otro de los ejes de la novela es la belleza... En un mundo obsesionado por la perfección física, usted reivindica a las mujeres de Rembrant, especialmente la de la mujer a la orilla del río, sin adornos, marcada por los hijos, la edad, y la experiencia… ¿qué es para usted la belleza?
–Mi marido siempre dice que no puede andar por la calle y cruzarse con alguien que no tenga algo que le resulte de una gran belleza. Yo pienso lo mismo. Existen muchas maneras de ser bello. Me encanta la belleza física. El personaje de Carl Thomas, por ejemplo. Me considero muy fetichista en cuanto a la belleza física del hombre o la mujer. Pero, sin embargo, me produce horror lo que ofrecen las revistas y los medios de comunicación como concepto de la belleza. Pueden quedarse con sus rubias de bote plastificadas. No me importa. Significa que la verdadera belleza nos pertenece. De hecho, a medida que envejezco, me considero más bella y estoy más contenta conmigo misma. Se es más natural.

–En sus tres novelas, parece disfrutar mezclando razas, colores y religiones a través de matrimonios y amistades como si fuera usted un verdadero científico. Llega incluso a escribir en Dientes blancos “sobre la gran experiencia transoceánica”.
–No es que me guste mezclar razas, sólo intento expresar el mundo tal y cómo lo veo. No sé lo que ocurre en España pero aquí cada vez que coges el autobús o el metro, cada vez que andas por la calle, todo es mezcla. Sólo procuro representar el mundo tal y como se me aparece. No creo estar haciendo nada original. Así es el mundo en la mayoría de los lugares. Para mí es muy extraño leer libros y constatar que todos los personajes son blancos. Por la simple razón de que no conozco muchos sitios así. No sé dónde vive esta gente. En cuanto uno sube a un avión, se da cuenta de que el mundo no tiene nada que ver con este tipo de novelas. No estoy haciendo ningún esfuerzo sino representar el mundo tal y como yo lo veo. Y, honestamente, mi representación es bastante más simple que la realidad. En cuanto uno pregunta a alguien de dónde es, resulta que ninguno de sus abuelos es del mismo país, que la sangre está mezclada desde hace tres siglos. Así es Europa.

– ¿Cree en la integración?
– ¡No es algo en lo que se debe creer o no creer! Es un hecho de la vida. Es como si me preguntara si creo en el oxígeno. O si creo en brazos, en piernas. No es un concepto en el que creer, es una realidad.

–En la crítica de “New Yorker” se habla de las “tensiones intrarraciales” de su obra. Usted muestra con una extrema precisión las múltiples diferencias que existen entre la gente de color. ¿Piensa que un occidental es consciente de ellas?
–Sólo pretendo mostrar las diferencias que existen entre un individuo y otro. Cuando uno lee una novela nadie piensa “oh, mira, que diferente es este blanco de este otro blanco”. Hay algo en mí que reivindica que la gente negra existe de la misma manera que usted existe o que yo existo. ¡Son personas! Lo que intento hacer al escribir es introducir en la novela hombres de otras razas como seres humanos. No como símbolos. No como argumentos. No como parte de un artículo sobre la raza negra. Sólo como personas. Sólo seres humanos que están en el mundo. ¡Pero por lo visto, es bastante difícil! El problema con la gente blanca es que lo único que constata al ver a otra persona es que no es blanco. Si escribo una frase que dice “James entró en una tienda, etc.” uno enseguida piensa que es blanco. Porque blanco para un blanco es humanidad. Neutro. No sugiere nada. No significa nada. Sólo es James. Puedo escribir todo sobre la personalidad de James. Puede ser valiente, simpático, lo que sea. Pero si escribo “Deepa entró en una tienda”, entonces el lector sabe que es indio y cree saber cómo es. Si escribo que toca el chelo será una sorpresa. Y eso es lo que agota a escritores que no son blancos. No queremos ver el mundo siempre de la forma que ustedes nos ven. Mis personajes tienen sus dramas y sus problemas como cualquier ser humano. No los tienen por ser negros, sino por estar vivos. Sólo trato de escribir sobre personas. No desde la perspectiva de la gente que piensa que “nosotros” somos diferentes. Porque nosotros no somos diferentes. Ni siquiera quiero pensar en “nosotros”.

– ¿Le preocupa que los críticos o profesores intelectualicen sus obras, que desmonten sus novelas para explicar lo que no tiene explicación?
–La verdad es que no he notado mucha intelectualización sobre mi trabajo. Me divierte leer críticas ridículas que ni siquiera comprendo. Eso es justamente lo que yo solía hacer con los libros de otros. Pienso que estimula. Pero la verdad, lo que más me interesa son los lectores como individuos que tienen una experiencia con la novela. De ellos son las críticas que quiero escuchar. Acabo de hacer una gira por universidades en Estados Unidos y los estudiantes me explican a veces cosas sobre el libro que acaban convirtiéndose en revelaciones para mí.

–En su libro dice que el tiempo es cómo inviertes tu amor… ¿es esa la verdadera revolución pendiente?
–Es una frase de mi marido, de uno de sus poemas. A todo el mundo le gusta pero desgraciadamente, yo no soy la autora. Cuando era niña, mi familia me inculcó la idea de que el ser amable y dedicar tiempo a las demás personas era mucho más importante que el tener talento, ser divertido, interesante y todas esas cosas. A medida que me hago mayor cada vez me parece más obvio que, más importante que el talento es el cómo tratas a los demás y el tiempo que pasas con ellos.


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